17 de marzo de 2011

Aves - Golondrina (Hirundu rustica)

CLASE: Aves
ORDEN: Paseriformes
FAMILIA: Hirundinidos
GENERO Y ESPECIE: Hirundu rustica
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Distribución geográfica



Color ocre: nidificación
Color azul: invernada
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Es una de las aves migratorias más conocidas del mundo. Tiene un admirable sentido de la orientación y recuerda los lugares de un modo sorprendente, siendo capaz de encontrar su nido del año anterior. Se alimenta de insectos que captura en el aire.

Puede llegar a medir hasta 19 cm de largo, posee un pico corto, alas fuertes y largas en proporción al cuerpo. Su cuerpo aerodinámico está adaptado para vuelos rápidos y de largo recorrido.

Sus alas estrechas y su cola ahorquillada le permiten maniobrar con facilidad: puede dar rápidos giros para perseguir a su presa. Construyen sus nidos con barro y hierba, y suelen fijarlos a vigas de madera y paredes.

El color de la cabeza, del lomo, alas y de la cola es de un negro azulado brillante, el de la frente y cuello, rojo herrumboso, y en el pecho y vientre es blanco amarillento.

Hacia el mes de agosto, una brisa fresca recorre a Europa. Es el frío que se anuncia ya desde el comienzo del otoño. En el aire escasean los insectos que durante los meses de verano volaban por millones.

A medida que el aire se enfría va desapareciendo la comida para las golondrinas, que comienzan a concentrarse en grandes bandadas. Se posan en filas inerminables sobre los cables eléctricos, en los bordes de los tejados y en las chimeneas. En un coro disonante, sus gorjeos y trinos, ahora más tristes, invaden el espacio.

Las bandadas de golondrinas están inquietas y expectantes por la próxima partida, pues el hambre ronda cerca. Y comienza el vuelo. Por millones se dirigen hacia las regiones más cálidas del sur, en una peligrosa travesía de miles de kilómetros.

Vuelan rápido, a veces a más de 200 kilómetros por hora, y generalmente de noche, para eludir a las aves de rapiña. Eximias navegantes, cuando presienten que una tempestad se acerca, cambian por anticipado de ruta. A pesar de los desvíos no se desorientan.

La mayoría, cuando llega la primavera, regresará a los mismos nidos. Pero algunas no volverán: morirán de sed en el desierto, de hambre, de agotamiento, en en las garras de águilas y halcones.
Distribución geográfica

La golondrina pasa una parte del año entre las frías regiones de Alaska y el norte de Canadá y las regiones templadas como el centro de México, Europa Occidental, África del norte o Asia Oriental. En todo este amplio territorio del hemisferio norte efectúa la puesta y la cría.

La hibernación la realiza fundamentalmente en el hemisferio sur, llegando desde Costa Rica o las Antillas hasta las regiones patagónicas de Tierra del Fuego e Islas Malvinas, o el sudafricano Cabo de Buena Esperanza, entre otras.

La única región del hemisferio sur donde la especie se reproduce es en la Pampa húmeda de Argentina. En el resto del hemisferio es solo un visitante estival no reproductivo, por lo tanto, distinto

La puesta y la cría la realiza en el hemisferio norte. Una vez que reencuentra su nido, si es necesario lo reconstruye o hace uno nuevo, donde pone sus huevos y cría sus polluelos. Los cascarones de los huevos son un poco amarillentos y con muchas pequeñas manchas parduscas o grisáceas chispeadas irregularmente en toda la superficie.

La hembra permanece en el nido en tanto que el macho sale en busca de alimento. Cuando los hijos han crecido lo suficiente, la madre les enseña a volar. Esta ave tiene un gran instinto de defensa, siendo el gato su más frecuente enemigo.

Cuando alguno lo asedia en su nido, se agita con un batir de alas y abre el pico amenazadoramente para salvar a sus hijos. En ocasiones en que el peligro es muy grande, se une con otras compañeras y entre todas espantan al enemigo.


En las nidadas siempre hay algunos pichones que crecen más rápido y aprenden enseguida a volar. Ayudan entonces a traer comida para los hermanitos menores, todavía dependientes de sus padres.

Las golondrinas cazan insectos volando a 50 kilómetros por hora. Para reponer toda la enérgía consumida en la caza, cada ave come unas 2.000 moscas por día.


La conformación de las alas y de la cola favorece el vuelo rápido. Pero también es capaz de planear, una forma de ahorrar energía en los viajes.

Los marinos saben que si las golondrinas vuelan bajo habrá mal tiempo. Normalmente, las bandadas vuelan a 200 metros de altura, pero cuando hay turbulencias atmosféricas, descienden a niveles calmos.


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