1 de marzo de 2011

Mapache

CLASE: Mamíferos
ORDEN: Carnívoros
FAMILIA: Prociónidos
GENERO Y ESPECIE: Procyon cancrivorus

Es oriundo de América del Norte.

El nombre mapache proviene del náhuatl mapactli, "que tiene manos", debido a la capacidad prensil de sus garras delanteras. En inglés recibe el nombre de "raccoon" , "el que se rasca con las manos" o "manos que rascan". En otros idiomas recibe nombres relacionados con la costumbre de "lavar" algunos o todos sus alimentos en ríos o lagunas

Son pequeños, poco más grandes y más gruesos que un gato, de pelo medianamente largo y de color gris plateado, más oscuro en centro del lomo, el pelo de las extremidades casi blancas, cola larga y anillada (gris plateado con blanco o casi blanco), y una característica mancha de pelo negro que va desde cada mejilla a cada ojo, lo que es casi exclusivo de este género (sólo compartido con el panda gigante y algunos tipos de hurón) y lo hace muy reconocible, pues parece como si llevaran un antifaz.

En ocasiones se sientan sobre sus cuartos traseros (muslos y glúteos), como lo hace el oso

Es un animal de bosque, especialmente cerca de ríos, aunque ha aprendido a vivir también en áreas habitadas. En su hábitat natural come de todo, desde ranas hasta frutos, pero en las ciudades y suburbios echa mano de los contenedores de basura para comerse los restos de alimentos arrojados en ellos.

Los mapaches son nocturnos, tienen un agudo sentido del olfato y son buenos trepadores. Comparados con la mayoría de los mamíferos carnívoros, son muy diestros con sus zarpas delanteras, que utilizan para agarrar y sostener la comida.

El mapache es llamado a veces oso lavador por el hábito de manipular el alimento, por ejemplo desollando las ranas, en la orilla del agua, lo cual hace parecer que los lava. Esta acción es realizada por el mapache debido a que ciertas clases de ranas inflan su cuerpo y segregan un veneno a través de su piel para no ser ingeridas, lo cual el mapache elimina al "lavar" sus alimentos antes de comerlos.

Al anochecer comienza a recorrer los árboles; en su diaria cacería va comiendo insectos, roedores, huevos, polluelos y, prácticamente, todos los animales pequeños que encuentra en las ramas.

No desdeña tampoco las frutas maduras, que toma con sus ágiles patitas. Luego desciende para incursionar hasta la orilla del arroyo -siempre existe alguno en su habitat- en busca de ranas o moluscos. Llega incluso a invadir las granjas, donde causa estragos en los maizales,devorando también melones y sandías.

Por ese y otros motivos, el hombre a menudo lo caza con perros o trampas. Cuando los perros se le acercan, el mapache trata de trepar a un árbol, donde presenta un blanco fácil para los cazadores.

Los machos más viejos llegan a medir un metro de largo y a pesar más de veinte kilos, el doble del promedio general. Estos ejemplares adultos son hábiles, como los zorros, para despistar a sus perseguidores. Cuando no pueden huir enfrentan a los perros con uñas y dientes. En combate individual es raro que un perro los venza. Y si la lucha se libra en el agua, es casi seguro que el mapache ahogue a su enemigo.

Como el osito lavador sudamericano, que es del mismo género, el mapache siempre lava la presa antes de comerla, a menos que no encuentre agua cerca.

La cueva del mapache es generalmente un hueco natural en un árbol. Pero ocurre que otros animales, como el tejón, también ocupan el mismo tipo de refugio, que pasa a pertenecer al que llega primero.

Los vástagos, entre tres y seis, a los dos meses ya están destetados y listos para cazar. Pero la protección que la madre les dispensa, así como el adiestramiento, sigue durante el primer año de vida.


El perro es un enemigo natural y espontáneo del mapache. Para cazarlo, se emplean jaurías adiestradas para la persecución nocturna. ¿Por qué tanto esfuerzo? A veces, a causa de su carne, que algunos consideran sabrosa. Otras, por los daños que causa o por mera diversión.

Con su piel, relativamente valiosa, se hacen abrigos y los típicos gorros canadienses.


Mascota no adecuada
De un aspecto que resulta simpático incluso tierno para los humanos, y de mirada curiosa, podría parecer que sería una buena mascota, pero nunca llega a ser un verdadero animal doméstico, ya que puede morder a humanos, ser sucio en espacios no muy grandes (como defecar en su área de comida), y puede desarrollar obesidad si no es cuidadosamente alimentado o no hace el ejercicio que haría en su estado natural.
(Wikipedia y otras fuentes)
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