11 de diciembre de 2011

Oso de anteojos - (Tremarctos ornatus)

CLASE: Mamíferos

ORDEN: Carnívoros
FAMILIA: Ursidos
GENERO Y ESPECIE: Tremarctos ornatus


Se lo conoce como el oso de anteojos u oso andino, y actualmente se encuentra al borde de la extinción definitiva debido a la destrucción de su hábitat, y la caza indiscriminada. Es la única especie de la familia de úrsidos que existe actualmente en Sudamérica.



Se distribuye en la cordillera de los Andes, actualmente desde la región andina alta (o "fría") del oeste de Venezuela hasta el extremo norte de Argentina, esto es: desde desiertos costeros, bosques premontanos y montanos caducos, semicaducos y siempreverdes, hasta páramos y puna. También existen informes de su presencia en Panamá (Darién).


De tamaño mediano en comparación con otros osos, mide 1,30 y 1,90 m de alto, y pesa en promedio entre 80 y 125 kg. El macho es más grande que la hembra, su coloración es uniforme, negra o café negruzca, con pelo áspero. El hocico es corto, de color café claro o blanco, con manchas blanquecinas que se extienden alrededor de los ojos y la nariz a través de las mejillas, bajando por el cuello hasta el pecho, y que varía mucho entre individuos. Posee cinco dedos con garras largas y curvas no retráctiles, y las plantas de las patas poseen pelos interdigitales que le ayuda a trepar árboles.




Lo que más caracteriza a esta especie es la presencia de manchas blancas o amarillentas en torno a los ojos, que en ocasiones llegan a la zona de la garganta y pecho, aunque en algunos especímenes pueden faltar totalmente las manchas claras en el rostro. El patrón del dibujo de tales manchas varía de un individuo a otro. El color de pelaje más común es el negro, aunque se encuentran ejemplares de color marrón y, con mucha menor eventualidad, de color rojizo.




LEEMOS SOBRE EL OSO DE ANTEOJOS


La mayoría pasa la vida comiendo semillas, frutos y brotes, en lo alto de los árboles que cubren las tierras fértiles y húmedas. Huevos y polluelos, así como roedores e insectos, que también abundan entre el follaje, completan la dieta.  Cerca de su cueva siempre existe algún río grande, que satisface su necesidad de agua fresca y limpia. 


Las tierras fértiles y la proximidad de ríos también atrajeron siempre a las concentraciones humanas. Pero inclusive los aborígenes de la región han visto en pocas oportunidades a este animal tan raro, el oso de anteojos. Este animal es presa fácil para los pocos hombres que se internan en el monte en su persecución. Su carne es considerada manjar y la grasa, un remedio. 





En general, cada familia de oso de anteojos está formada por los padres y dos cachorros. Durante la noche, los cuatro duermen en una plataforma de ramas entrelazadas, semejante a un nido.


Los hábitos arborícolas están relacionados con la excepcional agilidad de este úrsido. Puede trepar  a una palmera de hasta 30 metros de altura, para arrancar cocos y comerlos luego en el suelo. Se dice que un oso de anteojos hambriento puede atacar presas de gran tamaño, como guanacos.  Entre los pocos enemigos que raramente lo atacan se encuentra el puma. El oso se para sobre las patas traseras, muestra los dientes y se apresta a luchar. 




Son de hábitos solitarios y mayormente diurnos. En áreas boscosas establecen senderos que permiten un desplazamiento rápido entre áreas alejadas, así como la comunicación intraespecífica a través de marcaje por medio de rasguños y olor (feromonas).




Plantígrados como todos los osos, sus "pies planos" les facultan para una postura erecta que utilizan tanto para mirar a lontananza como para trepar árboles y rocas o para aparentar mayor masa corporal en un acto de amedrentamiento que se refuerza con el erizado de su pelo. No se conoce que tenga periodos de aletargamiento estacional.




En el 2004 se consideraba que en toda Sudamérica quedaban unos 18.250 osos de anteojos en vida silvestre. La mayor parte de la población se encuentra en Perú, seguido por Colombia, Bolivia y Ecuador.




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