Tritón (Triturus vulgaris)

CLASE: Anfibios
ORDEN: Urodelos
FAMILIA: Salamándridos
GENERO Y ESPECIE: Triturus vulgaris

Del tamaño de una lagartija, aunque más parecido a la salamandra, de la que es pariente, el tritón va husmeando por la orilla del arroyo, a la caza de algún molusco o gusano. Luego de una larga búsqueda, todo lo que encuentra es otro tritón, igualmente hambriento.



De resultas tras una lucha violenta, los dos feroces anfibios terminan comiendo cada uno pedazos del otro. Cuando se apartan, el hambre está momentáneamente aplacada, pero la necesidad de comida se ha incrementado, porque ahora sus organismos tendrán que regenerar colas y patas perdidas. Y para eso es preciso comer más.

En pocos meses, sin embargo, si no tiene problemas para cazar estando mutilado, un tritón puede regenerar grandes porciones de su cuerpo. Cierta vez, un científico amputó la cola, los cuatro miembros y casi la totalidad de un ojo a un ejemplar. Todo volvió a crecer. Hasta congelado, cuando ya no muestra ningún signo aparente de vida, puede aún ser "resucitado".



La hembra pone una docena de huevos por día, durante casi un mes. La fecundación interna es anual, después de la hibernación. Las larvas son voraces apenas un mes después de nacer. Cada especie presenta una particularidad en la reproducción. El tritón alpino alcanza la madurez sexual en estado de larva (neotenia).

A los cuatro meses, la larva del tritón común pierde las branquias, por las cuales respira. Concluida la fase exclusivamente acuática de su vida, el anfibio muda de dieta. Ahora comerá lombrices terrestres.



Los tritones son tan voraces que el canibalismo es común en todas las especies, tanto en estado larval como adulto. Pero su excepcional capacidad de regeneración hace crecer rápido el miembro amputado.



Cuando las primeras brisas frías del invierno comienzan a soplar, se reúnen pequeños grupos de tritones en cavidades rocosas, otros excavan fosos para la hibernación. El tritón alpino, sin embargo, se mantiene activo aun durante todo el invierno.



Una de las defensas del tritón es la substancia irritante que segrega de sus glándulas cutáneas. En contacto con las mucosas humanas, esa substancia puede producir distintas reacciones alérgicas: inflamaciones o una sucesión de estornudos.


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