9 de abril de 2011

Tapir (Tapirus)

CLASE: Mamíferos - ORDEN: Perisodáctilos - FAMILIA: Tapíridos - GENERO Y ESPECIE: Tapirus terrestris


Tapirus es un género de mamíferos perisodáctilos de la familia Tapiridae, conocidos vulgarmente como tapires. Es el único género actual de la familia, la cual incluye otros nueve géneros extintos. Pertenece al mismo orden que los caballos, con los que están lejanamente emparentados, y los rinocerontes, que son sus parientes vivos más cercanos.

En algunos lugares recibe nombres como mboreví (vocablo guaraní), anta, tlapizote, danta y pinchaque.


Son animales de tamaño mediano, con una longitud que varía desde el 1,8 m hasta los 2,5 m, con una cola de 5 a 10 cm de largo, y una altura en la cruz de 70 cm a 1 m y un peso de 220 a 300 kg.

Sin embargo, la principal característica del tapir es su alargado hocico en forma de pequeña probóscide, que usa principalmente para arrancar las hojas, hierbas y raíces que constituyen su alimento. Esta trompa resulta especialmente útil para recolectar plantas acuáticas en los pantanos donde suele pasar buena parte del día. También le sirve para beber agua y, cuando son machos, para enfrentarse a sus rivales en la época de apareamiento.


El cuerpo es compacto y la cabeza y cuello robustos, con el fin de facilitarles mejor el paso a través del denso follaje tropical. El pelaje suele ser muy corto y oscuro, aunque las crías presentan un pelaje pardo con manchas crípticas, similares a las de los jabatos jóvenes, que se difuminan con la edad.

Se trata de animales bastante primitivos, los primeros representantes fósiles de la familia se encuentran ya en el Eoceno de Eurasia, hace unos 55 millones de años, donde se observan algunas características de sus parientes actuales. Los pies presentan cuatro dedos en las patas delanteras y tres en las traseras.


Los tapires habitan en regiones selváticas húmedas y, en el caso del tapir de montaña, en los páramos andinos.

Los depredadores más comunes de los tapires son los grandes felinos (el tigre en Asia y el jaguar en América), de quienes trata de librarse lanzándose al agua o corriendo a toda velocidad a través de la jungla. Los golpes de las ramas que el asaltante recibe en este último caso, si se ha aferrado a su víctima, pueden llevarle a soltarla. No obstante, su principal amenaza es la acción humana, manifestada a través de la caza excesiva y la destrucción de su hábitat. Hoy en día, todas las especies del género Tapirus se clasifican en los estados de conservación "vulnerable" o "amenazado".



El tapir amazónico es el más común; se extiende por casi toda la parte norte de Suramérica. El tapir norteño, distribuido desde Tehuantepec hasta las costas de Ecuador, también habitó durante el Pleistoceno en el norte de México y el sur de Estados Unidos (desde California a Florida), donde se extinguió hace unos 10.000 años.

Tapir de América central

Tapir malayo

Los tapires de Eurasia sufrieron una fuerte reducción a partir de la primera mitad del Pleistoceno, desapareciendo de Europa y gran parte de Asia debido al avance de las glaciaciones.

En la actualidad sobrevive una única especie, el tapir malayo (Tapirus indicus), reducida a unas pocas zonas de Sumatra y el sur de Indochina. Su distribución original era mucho más amplia, abarcando también la isla de Java y llegando por el norte a Myanmar (Birmania), India e incluso China, de donde desapareció por culpa de la caza excesiva.

Esta especie se distingue por la trompa más larga que la de los tapires americanos y porque en los adultos el color del manto es negro en la cabeza, el cuello y las patas, mientras que el resto del cuerpo es blanco.



LEEMOS SOBRE EL TAPIR

El enorme animal va despedazando ramas y hojas, mientras corre a través de la densa vegetación del monte. Detrás suyo viene otro tapir, un poco menor, y la agitada carrera prosigue hasta terminar en un choque brutal y violento. ¿Qué pelea es esa?

No llega a ser exactamente una lucha, aunque lo parezca. Es sólo el apareamiento, que ocurre una vez cada dos años, poco antes de la estación de las lluvias. Fuera de esa época, es muy difícil verlos en pareja, y mucho menos en grupos.


Son animales solitarios y nocturnos, de oído y olfato muy agudos, esenciales para la supervivencia.

Muchos le dicen también anta. Los indígenas brasileños lo llamaban tapir, y este nombre terminó siendo adoptado en la mayor parte del mundo, incluso en los tratados de Zoología.


En los bosques americanos, desde México hasta Argentina, los tapires que consiguen escapar de los yaguares y del hombre, viven unos treinta años, comiendo brotes, raíces y hojas.

Pero si tienen oportunidad, penetran en las plantaciones de caña y de cacao, alimentos que parecen ejercer fuerte atracción sobre ellos. Luego se dirigen a un rio cercano y, encogiendo la trompa, beben grandes cantidades de agua. Nadan bien y pasan la mayor parte del tiempo sumergidos.

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