ORDEN: Galliformes
FAMILIA: Phasianidae
GENERO Y ESPECIE:Phasianus colchicus
En un principio habitaba en las zonas secas de Asia; en el área que va de Asia Menor hasta Japón existen muchas subespecies. En tiempos de los romanos se fue introduciendo en Europa central y en el oeste del continente y hoy es una de las especies grandes más comunes.
Es el ave de mayor tamaño de esta familia en toda Europa. Su tamaño se acerca al de un gallo. Tiene una cola y unas patas más largas que las de la perdiz pardilla. El macho es claramente más grande que la hembra, su cola es desmesuradamente larga y su plumaje muy colorido.
En la cabeza tiene dos lóbulos de piel roja. La hembra y los jóvenes presentan un color marón claro con algunos dibujos; tienen la cola bastante corta.
El macho tiene el cuerpo cobrizo, el cuello púrpura verdoso iridiscente con reflejos metálicos de tonalidad azul oscuro. Al comienzo del cuello, en el pecho y en la zona ventral encontramos plumas de color rojovioláceo, cobrizo y dorado, con estrías de tonalidad violeta oscuro. Las alas son de color tabaco rojizo y su dorso es de color castaño. En la parte inferior de la cola las plumas son rojizas y se encuentran combinadas con un plumaje de color verdoso.
En la cola existen estrías transversales sobre un fondo de color verde oliva. Las dos plumas centrales se encuentran bastante desarrolladas.
Como otras gallináceas, el faisán pasa gran parte del tiempo en el suelo a pesar de su capacidad de vuelo, la que normalmente demuestra cuando se ve amenazado por algún peligro o bien cuando desea posarse sobre algún árbol.
Con frecuencia muere en el sitio o zona donde ha nacido, de la cual puede alejarse durante el día en busca de ali¬mento pero adonde siempre retorna al caer el sol.
El faisán es una especie que se defiende mal de sus enemigos, sean estos los cazadores o diversos tipos de alimañas.
En los meses del otoño emigra o bien realiza ciertos desplazamientos realmente breves, con el fin de encontrar un mejor abastecimiento de agua y alimentos. Se alimenta de diversos tipos de hierbas, granos, bayas, frutos, insectos, gusanos, babosas y lagartijas. Los granos, las hierbas y los animales son su alimento durante los meses de primavera y verano, en tanto las bayas y los frutos constituyen su dicta preferida en los meses de otoño e invierno.
Cuando los faisanes viven en un régimen de semi cautiverio, los responsables de su cuidado le proporcionan una alimentación adecuada a sus gustos y necesidades de forma que los ejemplares se mantengan en buenas condiciones fí¬sicas y de salud, hechos importantes para garantizar exce¬lentes trofeos de caza a quienes gustan de realizar batidas en esos terrenos. Además, estos cuidados hacen que la población de faisanes se mantenga en la zona acotada y no busque otros territorios donde satisfacer sus necesidades.
El entorno donde habitan los faisanes debe contar con bosques de árboles altos y sotobosque, con abundancia de bayas y de arbustos, encontrándose en las cercanías de campos cultivados y de estanques o cursos de agua. En invierno buscan zonas que le den buen refugio contra el vieno y las grandes nevadas, como cañaverales y en bosques donde se agrupan formando grandes bandadas.
El faisán, considerado normalmente un ave de cría, resulta muy apto para la reproducción en condiciones de libertad o semi cautiverio, siendo una condición indispensable para ello que el entorno resulte adecuado para el grupo de faisa¬nes que habitan en la zona elegida. Son polígamos. Los faisanes machos suelen tener entre 6 o 10 hembras, comenzando el periodo de celo a mediados del mes de marzo, durante el cual los machos pelean encarnizadamente por la posesión y control de las hembras de la bandada. El periodo de máxima fecundidad de las hembras es relativamente breve, ya que, a partir del quinto año de vida, las hembras pierden progresivamente su fertilidad.
Suelen anidar en los márgenes de los bosques, prados o campos donde habitan y se produce la puesta hacia mediados o finales de abril.
La hembra pone un huevo cada dos días, terminando la puesta en el mes de mayo, teniendo lugar la primera eclosión en el mes de junio. Cuando la primera nidada es destruida por algún motivo, suele tener lugar una segunda puesta pero el número de huevos es significativamente menor que en la primera.
Una vez que los polluelos han abandonado el huevo, los pequeños faisanes son capaces de seguir a su madre y a los 20 días pueden encaramarse a los árboles. No obstante, mientras la estación lo permite pasan la noche en el suelo.
La primera muda tiene lugar después que los pequeños han cumplido los dos meses de vida, en el mes de septiembre, y, tras este cambio, los polluelos ostentan ya el plumaje de su sexo.
Una vez finalizado el invierno, a principios del año, el faisán vulgar delimita su territorio con cantos sonoros y estridentes y un enérgico aleteo. Las hembras seducidas son agasajadas con abundante comida y una conducta ostentosa.
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MUY INTERESANTE E INSTRUCTIVO ESTE BLOG, SE LO HEMOS SUGERIDO A VARIOS AMIGOS QUE TRABAJAN EN CENTROS EDUCATIVOS. SALUDOS DESDE VALLE DE ANGELES, HONDURAS, CENTRO AMÉRICA
ResponderEliminarMuchas gracias a los amigos de Honduras. Con ayudas como la vuestra el blog está llegando a una cada vez mayor cantidad de personas amigas de los animales. Un saludo.
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