13 de julio de 2011

Reptiles - Lagarto verde (Lacertis viridis)

CLASE: Reptilia
ORDEN: Squamata
SUBORDEN: Saurio
FAMILIA: Lacertidae
GENERO Y ESPECIE: Lacertis viridis

Area de distribución
Este de Alemania, Austria, República Checa, Slovinia, Croacia, Hungría, la región de los Balcanes, el sur de Ucrania y Noroeste de Anatolia.

Los machos tienen una coloración verde con motas negras en el lomo y amarillento en el vientre, mientras que en las hembras se aprecia un verde brillante en el lomo y en el vientre amarillo-anaranjado.

A mediados de la primavera los dos sexos adquieren una coloración azulado en las mandíbulas, apreciable más frecuentemente en los machos. Sus dimensiones en la edad adulta es desde la cabeza hasta la cloaca de entre 10-15 cm, y desde la cabeza hasta la punta de la cola de entre 28-45 cm.

Las crías nacen con una coloración parda en el lomo, y verdoso en el vientre pasando inadvertida a los depredadores entre la hojarasca del otoño.


LEEMOS SOBRE EL LARGARTO VERDE (o lagartija verde)

Calentado por lo fuertes rayos del sol de la tarde estival, un cuerpo de color verde intenso se desliza ágilmente por el suelo. Al pie de un árbol, el animal se detiene un instante, luego comienza a subir.


Claro que está provisto de uñas agudas y curvas que le facilitan trepar. En las ramas que alcanza, la lagartiva devora cienpiés, insectos, larvas y orugas, pero evita las orugas peludas, que le producen una fuerte y desagradable irritación en la mucosa bucal.


De vez en cuando, captura un coleóptero y, antes de angullirlo, le da golpes y mordiscos leves, cuando el bicho trata de abrir las alas o intenta correr.

Es el mismo juego del gato con el ratón. Finalmente, la lagartija devora la presa y se relame con la larga e impresionante lengua bífida la fría boca sin labios.


Del árbol desciende un macho adulto, de unos 40 centímetros de largo. Pese a ello, es una presa fácil para la fiera que acecha abajo, lista para la caza. Al llegar al suelo, la lagartija se enfrenta con una marta. Huye en una carrera veloz y desesperada, y se mete en un arroyo cercano, pero la marta la persigue.


Momentos después, la marta emerge tranquilamente del agua, y trepa a la orilla, con la presa en las fauces. Para ella ya es hora de almorzar.

Algunos machos llegan a perder la cola, que les crece de nuevo, en las luchas que entablan para disputarse a las hembras, antes de los apareamientos.


Las hembras excavan cuevas propias o se adueñan de las de otros animales, para poner allí entre seis y veinte huevos. Al cabo de 70 a 100 días, nacen las pequeñas crías.


Las serpientes suelen atacar y devorar a las lagartijas, pero algunos machos adultos son capaces de defender y matar al atacante, con sus fuertes mandíbulas.


Criadas desde pequeñas, con miel y larvas, las lagartijas se deomestican. Capaces de reconocer a la persona que las alimenta, son inofensivas en cautiverio.


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