ORDEN: Carnívoros
FAMILIA: Vivérridos
GENERO Y ESPECIE: Genetta genetta
La gineta, jineta o gato almizclero (Genetta genetta) es una especie de mamífero carnívoro de l familia de los vivérridos, una de las dos que se consideraban antes de esta familia y se pueden encontrar actualmente en Europa; la otra es la mangosta llamada meloncillo.
La gineta está presente en la península ibérica, las Islas Baleares y Francia, y parece expandirse actualmente hacia el norte y el este del continente. También se puede encontrar en Oriente Medio y en buena parte del continente africano, con la excepción principal de las zonas desérticas.
Se cree que su presencia en Europa es reciente y que fue introducida por el hombre de forma tal vez involuntaria, como mascota que se asilvestró o simple polizón en alguno de los barcos que siempre han cruzado el estrecho de Gibraltar.
Por su aspecto, de estampa felina, la gineta se asemeja a un gato alargado de pelo amarillento a grisáceo, salpicado de motas negras en el cuerpo, y en la cola manchas anilladas. En la cola el pelo es más largo y cumple funciones estabilizadoras en los saltos y persecuciones.
El cuerpo puede llegar a los 55-60 cms., longitud que iguala o supera la cola, pudiendo superar el metro de longitud desde la cabeza a la cola. La altura en la cruz es de 20 centímetros, y el peso oscila entre 1,2 y 2,5 kilos. La gineta tiene una cabeza cónica que se afina hacia el hocico.
Los ojos grandes de color pardo están enmarcados sobre manchas de color blanco que contrastan con una franja negra que rodea la base del hocico; a ambos lados del éste, hay bogotes largos y muy sensibles. Las orejas son grandes y erectas, y redondeadas en su extremo. El cuerpo es alargado y elástico, con unas patas anteriores cortas en contraste con las traseras, más largas y musculadas, que facilitan los hábitos trepadores de este animal. Los pies son redondeados, con uñas semirretráctiles.
Viven generalmente en bosques, pero pueden adaptarse a las praderas, y trepan bastante bien. Se adaptan con facilidad a todo tipo de medios gracias a su escasa especialización (de hecho, resultan bastante parecidas a los miácidos, los primeros carnívoros que aparecieron en el Eoceno y dieron lugar a todos los grupos actuales). Las poblaciones europeas parecen estar desarrollando una resistencia al frío cada vez mayor.[
De alimentación esencialmente depredadora y carnívora, sus presas principales son insectos, mamíferos pequeños, lagartos y aves; a veces ingieren también frutos, en especial higos y frutos del bosque (moras, bayas, manzanas silvestres, etc.).
Las hembras paren 2 ó 3 crías por camada en el hueco de un árbol, estas crías maduran al año de edad.
Las hembras paren 2 ó 3 crías por camada en el hueco de un árbol, estas crías maduran al año de edad.
El ratón corre velozmente, se oculta debajo de una mata y queda inmóvil, con los bigotes temblando, husmeando el aire. Ya percibió el olor del peligrio; está inquieto pero no puede localizar el lugar de donde vendrá el ataque. No ve nada en la penumbra del crepúsculo que le indique la presencia del enemigo.
Siente apenas el olor, que se va tornando más intenso. Y basta ese olor para alarmarlo y desencadenar sus mecanismos de defensa. Cautelosamente saca la cabeza de la mata, mira, husmea y corre en dirección hacia otra mata.
Pero no la alcanza. La gineta cae sobre él, con las diez uñas de las patas delanteras estiradas. La víctima da un salto y consigue eludir el ataque, por un instante, moviendo freneticamente su cuerpo. Las garras de la gineta la comprimen nuevamente contra el suelo y, esta vez, agudos dientes le perforan la garganta. El agudo chillido es sofocado por el apretón lacerante; la espina dorsal se parte; la vida lo abandona.
La gineta no espera el fin de la agonía de su presa. Comienza a devorarla de inmediato, con huesos y todo. No es un animal grande, apenas si mide cerca de medio metro. Y, descontada la cola, su cuerpo es menor que el de un gato. Aún así, la fuerza de sus mandíbulas le permite desmenuzar los huesos de los pequeños animales que mata en sus correrías.
Pariente de la comadreja, la marta y el turón, todos ellos de la familia de los mustélidos, la gineta, que es un vivérrido, tiene la misma ferocidad, cuando se trata de animales pequeños. Y, como sus parientes, emplea una secreción pestilente para defenderse de los enemigos.
Las ginetas son depredadores nocturnos que viven y cazan de forma solitaria, aunque toleran la presencia de otros individuos de su misma especie en las cercanías. Ocasionalmente, las hembras cooperan en la caza con sus crías subadultas o con algún macho.
En libertad, las ginetas viven alrededor de 10 años, pero en cautividad llegan a los 20. No tienen auténticos depredadores, aunque a veces pueden ser cazadas por algunas aves de presa o por zorros.
En libertad, las ginetas viven alrededor de 10 años, pero en cautividad llegan a los 20. No tienen auténticos depredadores, aunque a veces pueden ser cazadas por algunas aves de presa o por zorros.
En el norte de África se las domestica con cierta regularidad en las zonas rurales, donde, al igual que los gatos, libran a las granjas de pequeños animales. Son animales de mordisco fácil: los ejemplares criados en cautividad deben manejarse con precauciones, pues se van tornando más ariscos con la edad.
Que animal tan más bonito, en realidad no lo conocía pero después de haberlo conocido me ha interesado y gustado mucho.
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