ORDEN: Primates
FAMILIA: Lemúridos
GENERO Y ESPECIE: Lemur variegatus
Reciben su nombre por los lémures, fantasmas o espíritus de la mitología romana, debido a las estrepitosas vocalizaciones que emiten, sus ojos brillantes y los hábitos nocturnos de algunas de sus especies.
Llegaron a Madagascar hace aproximadamente entre 62 y 65 Ma por rafting (dispersión biológica por balsas de vegetación) en algún momento en que las corrientes oceánicas favorecieron la dispersión hacia la isla.
Desde entonces los lémures han evolucionado para enfrentarse a un ambiente sumamente estacional y sus adaptaciones les dan un nivel de diversidad que rivaliza con los demás grupos de primates.
Hasta la llegada de los humanos a la isla, hace aproximadamente 2000 años, existían lémures tan grandes como un gorila macho. En la actualidad perviven unas cien especies de lémures, la mayor parte de ellas descubiertas o promovidas al estatus de especie a partir de los años 1990.
El lémur de cola anillada es la única especie dentro del género monotípico Lemur y, al igual que otros lémures, se encuentra únicamente en Madagascar. Se le conoce localmente como hira o maky, y habita en los bosques de ribera y matorral espinoso de las regiones del sur de la isla. Es un animal omnívoro y el más terrestre de los lémures; de comportamiento diurno, se mantiene activo exclusivamente durante las horas con luz del día.
Con un peso que va desde los treinta gramos hasta los nueve kilogramos, los lémures comparten muchos de los rasgos básicos de los primates, como manos y pies con cinco dedos y pulgar oponible, y uñas en lugar de garras (en la mayoría de las especies).
Sin embargo, su cociente de encefalización es menor que en los primates antropoides, y, al igual que los demás primates estrepsirrinos, tienen la «nariz húmeda» (rinario). Los lémures son generalmente los estrepsirrinos más sociales y se comunican más con olores y vocalizaciones que con señales visuales.
LEEMOS SOBRE LOS LEMURES
Anochece en las cálidas selvas de Madagascar. El sol se pone rapidamente y, entonces, comienza una algaraza de gritos agudos y excitados en las copas de los árboles. ¿Pájaros? Nada de eso. Son millares de lemures que gritan en conjunto desordenadamente.
Pero al cerrarse la noche parece que los "monitos" se aquietan, bajan la voz y permanecen murmurando en la oscuridad. En rigor, sin embargo, los lemures no son monitos, sino prosimios, parientes remotos de los simios y del hombre.
Casi todas las especies viven en los árboles, de donde raramente descienden. Allí pasan el día en sus nidos y, al anochecer, salen a buscar comida. Generalmente en grupos de diez, van a asaltar los nidos de pájaros para comerles los huevos, capturar insectos, chupar jugos vegetales y -si tienen suerte- lamen la miel silvestre que encuentren.
El nombre lemur abarca muchas especies, de pelaje y tamaños variados. Todos, empero, tienen el mismo número de dientes (36) y hocico cónico.
Otra característica es su carne sabrosa, que los convierte en presa predilecta de los nativos de la región. Solo los más ágiles consiguen escapar a las balas de los cazadores.
Muchas especies de lémur están en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat y a la caza. Aunque por lo general las tradiciones locales ayudan a proteger a los lémures y sus bosques, la tala forestal ilegal, la generalización de la pobreza y la inestabilidad política dificultan y menoscaban los esfuerzos por la conservación de estos primates.