El mero o cherna pertenece a la familia de los Serránidos, del orden Peciformes. Durante mucho tiempo ha sido el objetivo de los pescadores submarinos por su gran tamaño, pero en la actualidad es una especie protegida.
El mero habita en aguas tropicales y templadas como las costas de Brasil y las Bermudas (en el océano Atlántico), en las aguas del mar Mediterráneo y también en las del Pacífico. Se suele encontrar junto a algas, corales y otras zonas protegidas de la costa, a unas profundidades que oscilan entre los 20 y los 200 metros
Además de la especie de mero típica del océano Atlántico y del mar Mediterráneo (Epinephelus guaza), existen otras especies distribuidas por mares cálidos y tropicales.
Su cuerpo es alargado, aplanado en los laterales y con la mandíbula inferior saliente.
El color oscila entre el verde y el marrón. Su parte inferior es amarillenta.
Su tamaño varía entre las diversas especies, desde los tres metros del mero australiano hasta los 10 centímetros de las especies más pequeñas. Pesa entre dos y 300 kilos.
El color oscila entre el verde y el marrón. Su parte inferior es amarillenta.
Su tamaño varía entre las diversas especies, desde los tres metros del mero australiano hasta los 10 centímetros de las especies más pequeñas. Pesa entre dos y 300 kilos.
Se alimenta de cangrejos, sepias y otras presas, sobre las que se abalanza y aplasta con sus poderosas mandíbulas.
El mero es un pescado semigraso que contiene 6 gramos de grasa por cada 100 gramos de porción comestible. Su contenido en proteínas no es muy elevado, si bien éstas son consideradas de alto valor biológico y contienen todos los aminoácidos esenciales.
El mero es un pescado semigraso que contiene 6 gramos de grasa por cada 100 gramos de porción comestible. Su contenido en proteínas no es muy elevado, si bien éstas son consideradas de alto valor biológico y contienen todos los aminoácidos esenciales.
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