CLASE: Aves
ORDEN: Accipritiformes
FAMILIA: Accipritidae
GENERO Y ESPECIE: Harpia Harpyja
El águila harpía o simplemente harpía vive en la zona neotropical. Es el águila más grande del Hemisferio Occidental y del Hemisferio Austral, y la única especie del género Harpía. Su hábitat es el bosque lluvioso. No
se conocen subespecies.
El águila harpía es el ave nacional de Panamá y la especie símbolo de la diversidad
biológica de Ecuador.
Es la rapaz más poderosa; las dimensiones promedio de la hembra del águila
harpía son 100 cm de largo, 200 cm de envergadura y un peso de 9 kg. El macho
tiene dimensiones más pequeñas: hasta 196 cm de envergadura y un peso aproximado
de 8 kg. Es la segunda águila más grande del mundo, siendo superada en
envergadura solamente por el águila
de Filipinas (Pithecophaga jefferyi), aunque
generalmente la harpía es más robusta.
Los adultos de ambos géneros tienen plumaje de similar color, que consiste de
tres tonalidades básicas: gris en la cabeza; gris muy oscuro, casi negro en
algunos ejemplares, en la doble cresta en la cabeza, el cuello, parte superior
del cuerpo y de las alas; y gris muy claro, casi blanco, en la parte inferior
del cuerpo y de las alas. En las patas tiene unas líneas oscuras. En la cola
tiene franjas del gris oscuro y del gris muy pálido.
El pico es gris muy oscuro. La piel en las patas es amarilla clara. Las uñas son
de color gris muy oscuro. Posee un pico fuerte y garras que pueden alcanzar los
15 cm de largo. Pueden vivir hasta los 40 años. Sus ojos tienen el iris color
chocolate y en ocasiones este puede ser de color amarillo. Existen diferencias
entre las aves jóvenes y adultas: las últimas presentan una banda ancha negra.
Estas aves forman parejas de por vida.
La edad reproductiva del águila harpía comienza a los 4 o 5 años. Construyen sus nidos con ramas y palos entrecruzados en las copas de árboles altos (a 20 a 40 m del suelo, aproximadamente). En estos nidos las hembras depositan uno o dos huevos, y tiene una camada cada 2 o 3 años. Los huevos eclosionarán a los 56 días. La cría es alimentada diariamente, pero el suministro de alimentos puede suspenderse por una semana, para luego ser reanudado. Las crías necesitan más de cuatro años para completar el plumaje de adulto.
Es una especie superpredadora. Sus presas favoritas son los mamíferos arborícolas como varias especies de monos, perezosos, nasuacoatíes, etc. También se alimenta de otras aves, reptiles como iguanas verdes, serpientes, etc. Pese a su porte tiene la habilidad de penetrar las frondas y espesos follajes para cazar a sus presas, siendo uno de los animales proporcionalmente más fuertes del mundo (levanta y lleva en vuelo tres veces su propio peso). Prefieren las densas selvas vírgenes, por lo que la pérdida de su hábitat la pone en peligro de extinción.
Su morfología está altamente adaptada al hábitat en el que caza. en efecto, sus alas, proporcionalmente respecto a su tronco, no son tan largas (lo que le permite volar ágilmente dentro de las copas densas de los árboles) aunque sí anchas; la cresta y corona de plumas, además de señal fanérica, tiene la función de redirigir los sonidos hacia sus oídos, que sumados a unos ojos de aguda vista preparados para la penumbra le permiten percibir rápidamente los menores movimientos de sus presas entre las espesas frondas.
Ocupa el dosel superior de los bosques, y acostumbra estar cerca de los «barreros» (sitios con sal aflorante), donde se encuentran varias especies de animales, sobre todo mamíferos, que constituyen parte de su dieta. También se alimenta de crías de venado, pecaríes, armadillos, y otros.
Es rápida y certera en sus ataques, siendo capaz de llevar hasta las copas de los árboles una cría de cerdo silvestre. En la naturaleza, el águila harpía caza apenas dos veces por semana, siendo este el motivo de que elija presas de gran porte.
Se extiende desde el Sureste de México, pasando por Centroamérica, hasta el Sureste de Brasil y Paraguay y el Norte de Argentina. Vive tanto en la vertiente atlántica como en la pacífica.
En Panamá, por su condición de ave nacional, está protegida por diversas instituciones. En Ecuador existe un programa de conservación que trabaja especialmente para ella y para las comunidades que comparten sus territorios con esta águila.
Toma su nombre de las harpías, monstruos mitad mujer mitad ave de la mitología griega.
Es una especie amenazada por el avance de los asentamientos humanos que perjudican la integridad del bosque, por la extracción maderera y explotación minera, y también por la cacería furtiva.