CLASE: Aves
ORDEN: Galliformes
FAMILIA: Meleágridos
GENERO Y ESPECIE: Meleagris gallopavo
Los pavos salvajes habitan el norte de América, desde Estados Unidos hasta el sur de México, las subespecies se encuentran en una amplia gama de hábitats incluyendo llanuras y montes.
Pasan gran parte del día buscando alimento en los suelos y solo vuelan cortas distancias sin llegar a migrar.
Por lo general son omnívoros alimentándose de pequeños insectos, semillas y plantas variando el peso y tamaño considerablemente de una subespecie a otra, son de comportamiento diurno posándose por las noches en las copas de los árboles.
Los pavos se organizan en una sociedad jerárquica y se comunican mediante llamadas y contacto físico sumándose a estos los cortejos sexuales. Fuera de la época de reproducción los machos y las hembras viven en grupos separadas.
Leemos sobre el PAVO SALVAJE
De vez en cuando, su corto y pesado vuelo hasta una rama elevada da una indicación, aunque poco común, del comportamiento que tenía cuando deambulaba en libertad por los bosques mexicanos y centroamericanos.
Pero ya entonces, aún antes de la llegada de Colón, el pavo había sido domesticado por los indígenas de la región, con el mismo fin de aprovechar su sabrosa carne, como en nuestra época.
Actualmente, las razas desarrolladas y perfeccionadas por el hombre han dado como resultado un ave más dócil y de mayor tamaño. Hay pavos bronceados que llegan a los 25 kilos, pero el peso medio, entre todas las razas, es de 8 a 9 kilos entre los machos; las hembras son invariablemente menores.
Los europeos recién conocieron el pavo después del descubrimiento de América. En México y en otras regiones boscosas de América central, el ave vivía en estado silvestre. En cautiverio, las peleas entre machos son mucho menos frecuentes. Además de no ser tan agresivos como los silvestres, los criadores asignan un grupo de hembras a cada macho. Para atraerlas, a éste le basta llamarlas y desplegar la cola en abanico.
Ave polígama, el pavo trata de reunir el "harén" más numeroso que le permitan sus rivales. Por eso, en época de celo, las peleas entre machos dan origen a luchas feroces. No son mortales pero se producen muchas heridas y mutilaciones.
En las granjas, y cuando los planteles no están encerrados, cada macho anda acompañado por su "harén". Si la bandada encuentra una culebra inofensiva, la atacan con una lenta sucesión de picotazos, hasta matarla.
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