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12 de junio de 2012
Osos - Video
Excepcional filmación de animales salvajes. Un video conmovedor extraído de la película El oso, de Jean-Jacques Annaud. Véanlo!
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3 de junio de 2012
Aves - Mirlo (Turdus merula)
CLASE: Aves
ORDEN: Passeriformes
FAMILIA: Turdidae
GENERO Y ESPECIE: Turdus merula
Se dice que el mirlo silba, toca la flauta, llama o charla El canto es un gorjeo no repetitivo, aflautado, melodioso y muy grave. Este canto lo dirige desde lo alto de los árboles, los tejados de las casas o cualquier otro posadero que domine los alrededores. Canta de marzo a junio, a veces hasta principios de julio.
Un estudio sugiere que el canto dura más cuando el macho está en mejor forma física, y cuando la hembra se encuentra en un período de máxima fertilidad. El macho puede cantar a cualquier hora del día, pero el amanecer y el atardecer son los momentos en que los cánticos son más intensos. El canto del mirlo está considerado como uno de los más bellos cantos de las aves de Europa.
La riqueza de su repertorio, sus variaciones melódicas y la capacidad de improvisar distinguen al mirlo europeo de la mayoría de las demás aves.
El mirlo se distribuye por Europa, Asia y África del Norte, y fue introducido enAustralia, Nueva Zelanda y América del Sur. Según la latitud, el mirlo puede ser residente o migratorio, parcial o totalmente.
El macho de la subespecie holotipo, la que está más extendida en Europa, es completamente negro, con el pico amarillo y un círculo también amarillo alrededor de los ojos. Esta especie anida en los bosques y jardines, construye un nido en forma de copa, con formas bien definidas, bordeado con barro.
El mirlo es omnívoro y consume una amplia variedad de insectos, gusanos y frutas. Machos y hembras tienen un comportamiento territorial en el lugar de anidación, cada uno con un comportamiento agresivo distinto, pero son más gregarios cuando emigran o en las áreas de invernada.
Las parejas permanecen en su territorio a lo largo del año en las regiones donde el clima es suficientemente templado. Existen muchas referencias literarias y culturales a esta especie, sobre todo relacionadas con su melodioso canto. El plumaje de los machos adultos es totalmente negro y contrasta fuertemente con el anillo ocular de color amarillo o amarillo-naranja y con un pico también amarillo. En invierno, el círculo alrededor del ojo se vuelve más marrón y el pico ligeramente más oscuro. Las patas son marrón-negro.
La hembra tiene un plumaje marrón, cuyos tonos varían de un individuo a otro, presentando zonas más oscuras. No tiene el pico ni el anillo orbital de color amarillo brillante del macho: su pico es marrón, a veces con una zona de color amarillo pálido, y su círculo ocular es de color marrón claro. Su garganta es más clara que el resto de su plumaje, pudiendo presentar un aspecto vagamente anaranjado. Sus patas son de color marrón oscuro.
El régimen alimentario de los mirlos negros es omnívoro. Se alimentan de una gran variedad de insectos, gusanos y otros pequeños animales y también consumen frutas y, a veces, semillas. Los mirlos buscan sus presas principalmente en tierra. Corren, dan saltitos, avanzan de golpe, inclinando la cabeza de lado para observar el terreno. Cazan principalmente de vista pero también a veces usan el oído.
Son grandes consumidores de gusanos que capturan rebuscando en el humus. También escarban la hojarasca en descomposición, de manera ruidosa y demostrativa, revolviendo las hojas para encontrar todo tipo de invertebrados: insectos, arañas, miriápodos, babosas, caracoles pequeños. Pero si el mirlo negro visita las ramas de árboles y arbustos para alimentarse, lo hace principalmente en busca de frutas, generalmente pequeños frutos carnosos: bayas o drupas.
La clase de fruta consumida depende de lo que está disponible a nivel local y pueden incluir especies exóticas encontradas en los jardines o huertas. Son aficionados a las bayas que pueden coger y llevar en sus picos, pero no desdeñan picotear frutas más grandes como las manzanas, o las frutas caídas en el suelo. Los mirlos negros tienen una territorialidad muy acentuada y no viven en grupo.
Cada individuo delimita su propio territorio, que va desde 0,2 a 0,5 hectáreas en el bosque hasta 0,1 a 0,3 hectáreas en la ciudad. El macho establece su territorio durante su primer año de existencia y lo mantiene toda su vida. Durante la temporada de anidación un mirlo no soporta a ningún congénere, con la excepción de su pareja. Fuera de la temporada de cría, varios mirlos negros pueden compartir un mismo hábitat, que les procure alimento y refugio, y a veces pasan la noche en grupos pequeños, pero incluso en este caso hay poca relación entre los individuos.
El territorio de un mirlo negro, si bien es esencial para la formación de las parejas y la anidación, sólo les proporciona una porción de los recursos alimentarios necesarios. El cortejo masculino se compone de carreras oblicuas, combinadas con movimientos de cabeza, el pico abierto, y un canto emitido en tono profundo y estrangulado. La hembra permanece inmóvil hasta que levanta la cabeza y la cola para permitir el apareamiento. Esta especie es monógama, la fidelidad es la regla general, hasta la muerte de uno de los partenaires.
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ORDEN: Passeriformes
FAMILIA: Turdidae
GENERO Y ESPECIE: Turdus merula
Se dice que el mirlo silba, toca la flauta, llama o charla El canto es un gorjeo no repetitivo, aflautado, melodioso y muy grave. Este canto lo dirige desde lo alto de los árboles, los tejados de las casas o cualquier otro posadero que domine los alrededores. Canta de marzo a junio, a veces hasta principios de julio.
Un estudio sugiere que el canto dura más cuando el macho está en mejor forma física, y cuando la hembra se encuentra en un período de máxima fertilidad. El macho puede cantar a cualquier hora del día, pero el amanecer y el atardecer son los momentos en que los cánticos son más intensos. El canto del mirlo está considerado como uno de los más bellos cantos de las aves de Europa.
La riqueza de su repertorio, sus variaciones melódicas y la capacidad de improvisar distinguen al mirlo europeo de la mayoría de las demás aves.
El mirlo se distribuye por Europa, Asia y África del Norte, y fue introducido enAustralia, Nueva Zelanda y América del Sur. Según la latitud, el mirlo puede ser residente o migratorio, parcial o totalmente.
El macho de la subespecie holotipo, la que está más extendida en Europa, es completamente negro, con el pico amarillo y un círculo también amarillo alrededor de los ojos. Esta especie anida en los bosques y jardines, construye un nido en forma de copa, con formas bien definidas, bordeado con barro.
El mirlo es omnívoro y consume una amplia variedad de insectos, gusanos y frutas. Machos y hembras tienen un comportamiento territorial en el lugar de anidación, cada uno con un comportamiento agresivo distinto, pero son más gregarios cuando emigran o en las áreas de invernada.
Las parejas permanecen en su territorio a lo largo del año en las regiones donde el clima es suficientemente templado. Existen muchas referencias literarias y culturales a esta especie, sobre todo relacionadas con su melodioso canto. El plumaje de los machos adultos es totalmente negro y contrasta fuertemente con el anillo ocular de color amarillo o amarillo-naranja y con un pico también amarillo. En invierno, el círculo alrededor del ojo se vuelve más marrón y el pico ligeramente más oscuro. Las patas son marrón-negro.
La hembra tiene un plumaje marrón, cuyos tonos varían de un individuo a otro, presentando zonas más oscuras. No tiene el pico ni el anillo orbital de color amarillo brillante del macho: su pico es marrón, a veces con una zona de color amarillo pálido, y su círculo ocular es de color marrón claro. Su garganta es más clara que el resto de su plumaje, pudiendo presentar un aspecto vagamente anaranjado. Sus patas son de color marrón oscuro.
El régimen alimentario de los mirlos negros es omnívoro. Se alimentan de una gran variedad de insectos, gusanos y otros pequeños animales y también consumen frutas y, a veces, semillas. Los mirlos buscan sus presas principalmente en tierra. Corren, dan saltitos, avanzan de golpe, inclinando la cabeza de lado para observar el terreno. Cazan principalmente de vista pero también a veces usan el oído.
Son grandes consumidores de gusanos que capturan rebuscando en el humus. También escarban la hojarasca en descomposición, de manera ruidosa y demostrativa, revolviendo las hojas para encontrar todo tipo de invertebrados: insectos, arañas, miriápodos, babosas, caracoles pequeños. Pero si el mirlo negro visita las ramas de árboles y arbustos para alimentarse, lo hace principalmente en busca de frutas, generalmente pequeños frutos carnosos: bayas o drupas.
La clase de fruta consumida depende de lo que está disponible a nivel local y pueden incluir especies exóticas encontradas en los jardines o huertas. Son aficionados a las bayas que pueden coger y llevar en sus picos, pero no desdeñan picotear frutas más grandes como las manzanas, o las frutas caídas en el suelo. Los mirlos negros tienen una territorialidad muy acentuada y no viven en grupo.
Cada individuo delimita su propio territorio, que va desde 0,2 a 0,5 hectáreas en el bosque hasta 0,1 a 0,3 hectáreas en la ciudad. El macho establece su territorio durante su primer año de existencia y lo mantiene toda su vida. Durante la temporada de anidación un mirlo no soporta a ningún congénere, con la excepción de su pareja. Fuera de la temporada de cría, varios mirlos negros pueden compartir un mismo hábitat, que les procure alimento y refugio, y a veces pasan la noche en grupos pequeños, pero incluso en este caso hay poca relación entre los individuos.
El territorio de un mirlo negro, si bien es esencial para la formación de las parejas y la anidación, sólo les proporciona una porción de los recursos alimentarios necesarios. El cortejo masculino se compone de carreras oblicuas, combinadas con movimientos de cabeza, el pico abierto, y un canto emitido en tono profundo y estrangulado. La hembra permanece inmóvil hasta que levanta la cabeza y la cola para permitir el apareamiento. Esta especie es monógama, la fidelidad es la regla general, hasta la muerte de uno de los partenaires.
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2 de junio de 2012
Insectos - Necrófago (Necrophorus vespillo)
CLASE: Insectos
ORDEN: Coleópteros
FAMIIA: Silfidos
GENERO Y ESPECIE: Necrophorus vespillo
Su trabajo es silencioso, coordinado y eficiente, aunque no llega a compararse con el de las abejas o el de las hormigas, en materia de organización. Es decir, con divisiones tan específicas especializadas en las tareas.
Sin embargo, los necrófagos se encuentran en una etapa de evolución que parece conducirlos a una forma de vida perfeccionada, como la de otros insectos. La división del trabajo, que ya existe en la actualidad, es bastante complicada.
Por el olfato, machos y hembras localizan los animales muertos y los entierran. A partir de entonces, las hembras continuarán en la tarea. Estas comienzan a masticar la carne en descomposición, dentro de una cámara subterránea. Después de mucho trabajar con patas y mandíbulas, el cadáver queda reducido a una bola macerada.
A continuación, cada hembra excava un nicho en la pared de la cámara, y pone allí sus huevos. Luego, aguarda algunas semanas y, en el ínterin, come de tanto en tanto. Cada vez que se alimenta derrama un líquido que acelera la descomposición, de forma tal que ingiere la comida ya digerida a medias.
Es decir, el trabajo que realiza el jugo gástrico en el estómago humano, lo hace fuera del cuerpo, el jugo digestivo de la necrófaga. Al nacer las larvas, la madre les da comer en la boca. Toma bocados de carne putrefacta, ya rociados con el líquido nombrado, mastica bien, y luego echa ese material directamente en la boca de cada una de las larvas.
Después de algún tiempo, y una vez transcurrida la primera de las tres etapas del desarrollo, las larvas se valen por sí mismas y comienzan a alimentarse solas, sin ninguna ayuda.
Insectos predominantemente nocturnos, los necrófagos se orientan por el olfato muy agudo. El olor de la carne en descomposición puede atraerlos desde una distancia de centenares de metros. Algunos acuden caminando, con el lento andar de los coleópteros, y otros lo hacen volando rápidamente al lugar.
Antes de comenzar a trabajar en el animal muerto, lo rodean y examinan, al mismo tiempo que inspeccionan el terreno. Se presenta un problema: el ratón muerto está sobre piedras, donde resulta imposible enterrarlo. Como primera medida lo arrastran hasta la tierra.
Una vez llegados al terreno blando, los coleópteros comienzan a excavar por debajo del cuerpo del animal muerto. A medid que aumenta la excavación, este se hunde. A veces el agujero es de hasta 30 centímetros.
ORDEN: Coleópteros
FAMIIA: Silfidos
GENERO Y ESPECIE: Necrophorus vespillo
Su trabajo es silencioso, coordinado y eficiente, aunque no llega a compararse con el de las abejas o el de las hormigas, en materia de organización. Es decir, con divisiones tan específicas especializadas en las tareas.
Sin embargo, los necrófagos se encuentran en una etapa de evolución que parece conducirlos a una forma de vida perfeccionada, como la de otros insectos. La división del trabajo, que ya existe en la actualidad, es bastante complicada.
Por el olfato, machos y hembras localizan los animales muertos y los entierran. A partir de entonces, las hembras continuarán en la tarea. Estas comienzan a masticar la carne en descomposición, dentro de una cámara subterránea. Después de mucho trabajar con patas y mandíbulas, el cadáver queda reducido a una bola macerada.
A continuación, cada hembra excava un nicho en la pared de la cámara, y pone allí sus huevos. Luego, aguarda algunas semanas y, en el ínterin, come de tanto en tanto. Cada vez que se alimenta derrama un líquido que acelera la descomposición, de forma tal que ingiere la comida ya digerida a medias.
Es decir, el trabajo que realiza el jugo gástrico en el estómago humano, lo hace fuera del cuerpo, el jugo digestivo de la necrófaga. Al nacer las larvas, la madre les da comer en la boca. Toma bocados de carne putrefacta, ya rociados con el líquido nombrado, mastica bien, y luego echa ese material directamente en la boca de cada una de las larvas.
Después de algún tiempo, y una vez transcurrida la primera de las tres etapas del desarrollo, las larvas se valen por sí mismas y comienzan a alimentarse solas, sin ninguna ayuda.
Insectos predominantemente nocturnos, los necrófagos se orientan por el olfato muy agudo. El olor de la carne en descomposición puede atraerlos desde una distancia de centenares de metros. Algunos acuden caminando, con el lento andar de los coleópteros, y otros lo hacen volando rápidamente al lugar.
Antes de comenzar a trabajar en el animal muerto, lo rodean y examinan, al mismo tiempo que inspeccionan el terreno. Se presenta un problema: el ratón muerto está sobre piedras, donde resulta imposible enterrarlo. Como primera medida lo arrastran hasta la tierra.
Una vez llegados al terreno blando, los coleópteros comienzan a excavar por debajo del cuerpo del animal muerto. A medid que aumenta la excavación, este se hunde. A veces el agujero es de hasta 30 centímetros.
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