CLASE: Aves
ORDEN: Galliformes
FAMILIA: Fasiánidos
GENERO Y ESPECIE: Gallus gallus
Tal vez sea el ave más numerosa del planeta, pues se calcula que supera los 13.000 millones de ejemplares (vaya uno a saber comos se ha hecho este cálculo). Los gallos y gallinas son criados principalmente por su carne y por sus huevos. También se aprovechan sus plumas, y algunas variedades se crían y entrenan para su uso en riñas de gallos (otra deleznable muestra de maltrato a los animales por parte del hombre).
Los gallos y las gallinas muestran un evidente dimorfismo sexual, pudiéndose distinguir ambos a simple vista. Los machos son más grandes; miden alrededor de 50 centímetros y llegan a pesar hasta 4 kilos. Poseen una gran cresta rojiza en la cabeza, la cual usan como símbolo de dominio. Las gallinas son más pequeñas. No suelen medir más de 40 cm y apenas llegan a 2 kg de peso. Poseen una coloración menos atractiva, destinada a proporcionarles protección y escondite en su hábitat. Sus apéndices carnosos de la cabeza son también mucho menos prominentes.
El dorso de estas aves está cubierto por una capa de plumas doradas desde el cuello hasta la espalda. La cola está compuesta por plumas oscuras grandes y arqueadas de color azul, púrpura o verde, que brillan bajo la luz. A ambos lados de su cabeza aparecen dos manchas blancas, que le distinguen de otras especies cercanas, además de las patas grisáceas.
En los ejemplares domésticos las características físicas dependerán de la raza y las características de esta.
Las gallinas y gallos son omnívoros e insectívoros. No pueden distinguir el sabor dulce y a la mayoría no les gusta el salado. Comen gusanos, insectos y caracoles, además de granos en general (maíz, arroz, trigo, etc.)
Comportamiento
Son aves naturalmente gregarias, que han perdido gran parte de la facultad del vuelo. El gallo rojo salvaje vuela bien, hacia un lugar más elevado para ponerse a salvo o para huir de posibles depredadores, aunque también se le puede ver volando a ramas altas de árboles para descansar. Si bien los ejemplares domésticos casi nunca hacen uso de su facultad de vuelo, las gallinas domésticas criadas en semi-libertad vuelan a sitios elevados para pasar la noche.
Los gallos domésticos pueden llegar a ser territoriales y violentos en algunas razas, aunque usualmente son buenos animales de compañía, fáciles de domesticar mediante alimentación a mano.
Poseen un sistema social característico con un orden jerárquico que comienza a desarrollarse a la semana de vida, y que a las siete semanas ya está completamente establecido. Hay un macho dominante, que domina sobre todos los demás, en tanto que las gallinas tienen un orden jerárquico independiente. La jerarquía se manifiesta por medio de picotazos y las gallinas con más rango se permiten picotear a las de categorías inferiores. El gallo, por su parte, tiene la prerrogativa de picotear a todo el gallinero, aunque mantiene con los otros gallos una jerarquía independiente.
La gallina doméstica ha sido objeto de una constante evolución, lograda por medio de cruces estudiados cuidadosamente. Estos cruces tienden a obtener las mejores variedades, tanto para la producción cárnica como de huevos. En el año 1940, una gallina ponía, por término medio, unos 100 huevos al año; en 1950 la producción subió a 150 huevos anuales, y en la actualidad llega a poner hasta unos 300.
Reproducción
La estación de reproducción comienza en primavera y se prolonga hasta el verano, con la intención de que los pollos nazcan bajo el calor veraniego.
Las gallinas ponen cada día durante varios días (entre 8 y 10) un huevo en el que se desarrolla el embrión, y lo incubarán hasta que nazca, dándole calor y rotando su posición (durante 21 días). Se conoce como gallina clueca a aquella que deja de poner huevos y se centra en empollarlos y protegerlos.
Cuando recién salen del huevo, los pollitos no saben distinguir exactamente la comida de otros objetos. Al impulso nato de comer se suma más tarde la experiencia adquirida. Pero, a mitad de camino, estos animalitos pican hasta los ojos de sus hermanitos.
A la temperatura óptima de 39-39,5ºC, el calor provoca reacciones químicas encadenadas en el interior del huevo de gallina. Después de tres semanas, las sustancias casi informes de la yema y la clara están organizadas en la compleja estructura del pollito.
Como no todos los huevos eclosionan al mismo tiempo, la madre continúa durante dos días incubando desde el nacimiento del primero de los polluelos, los cuales agotan los nutrientes de la yema que han absorbido antes de nacer. Entre las 2 y 4 semanas después de nacer los pollos ya tienen plumas, y a las 8 semanas ya tienen el plumaje de adulto. A las 8 o 10 semanas son expulsados del grupo por sus madres para que formen el suyo propio o se unan a otro. A los cinco meses de edad alcanzan la madurez sexual, siendo normalmente los machos los primeros en hacerlo.
Canto
El gallo produce un sonido llamado canto (descrito mediante la onomatopeya "quiquiriquí" o "kikirikí"), siempre que no esté castrado (pollo capón). El gallo canta durante todo el día, si bien concentra sus cantos en ciertos períodos del día, como son el amanecer, el mediodía, la media tarde, y a mitad de la noche, entre las tres y las cinco de la mañana. Estos cantos y los esporádicos que se suelen dar a lo largo del día, fuera de los períodos descritos, sirven como desafío territorial a otros gallos, para atraer a las hembras cercanas y como señal de aviso en general.
También puede estar ocasionado por algún disturbio a su alrededor. Normalmente es un sonido más de tipo violento o alerta.
El gallo emite además otros sonidos, esta vez ya parecidos a los que emite la hembra de su especie, llamado cacareo. Este sonido lo emite sobre todo cuando se propone fecundar a alguna hembra, o cuando ha encontrado comida, para llamar al resto de su familia (llamada a la que acuden todos los demás a una enorme velocidad). Este sonido es más de tipo tranquilo y familiar.
La mayor parte de los huevos vendidos para el consumo no están fecundados, por lo que no es posible incubarlos ni que de ellos salgan pollitos. Las gallinas del tipo mediterráneo, como son las Leghorn, ponen huevos de color blanco, mientras que los huevos de otros tipos tienen la cáscara de color castaño. Por lo general, el color de la cáscara se vuelve algo más oscuro conforme se acerca el fin del período durante el cual la gallina puede poner huevos; de ahí que los huevos de las pollitas sean más blancos que los de las gallinas de más edad. En lo concerniente a la yema, su color tiene relación con el alimento que el ave ingiere: cuanto más verde el forraje, más oscura la yema.
(Datos obtenidos de Wikipedia, profesoresenlinea.cl, botanicalonline.com, y otras fuentes)
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