Salamandra (Salamandra salamandra)

CLASE: Amphibia
ORDEN: Caudata
FAMILIA: Salamandridae
GENERO Y ESPECIE: Salamandra salamandra


La salamandra común (Salamandra salamandra) es una especie de anfibio urodelo común en Europa. Habita preferentemente en sitios acuáticos de media y alta montaña, ecológicamente poco alterados.

Salamandra de la especie  ambystoma tigrinum  

Normalmente sale de su escondrijo cuando el tiempo es frío y húmedo. Se le puede ver pasear con mucha tranquilidad en los caminos, a veces se esconde bajo las piedras. Puede llegar a alcanzar una longitud superior a 30 cm. Las salamandras muestran una asombrosa capacidad para regenerar miembros amputados.



El estudio de este anfibio abre nuevas vías para la reconstrucción de miembros y tejidos del cuerpo humano. Es muy fácil reconocerlas por el color de su piel, que es negra con manchas amarillas, la cual es utilizada como una señal de advertencia para evitar ser atacada por otros animales. Su piel contiene pequeñas cantidades de sustancias tóxicas que excreta por dos orificios situados en su espalda.



Un tercio de las salamandras conocidas habitan en América del Norte. La concentración más alta se dan en la región de las montañas Apalaches. A diferencia de los anuros (ranas), poseen una cola bien desarrollada y carecen de oído medio. Los registros más antiguos de salamandras datan de mediados del período Jurásico.

La salamandra es un monstruo mitológico y símbolo básico de la alquimia. Se la supone capaz de resistir e incluso apagar los fuegos más ardientes. El origen de este mito podría originarse en su condición de anfibio, y que como tal, vive parte de su vida en el agua y parte en la tierra (elementos alquímicos), en particular en zonas húmedas como bosques. Debido a esto último, suele ser común encontrar estos animales entre la leña húmeda, y que salgan huyendo al arrojar ésta al fuego (otro elemento alquímico).



Las salamandras exhiben una larga cola durante todas las fases de su vida. La mayoría son de tamaño pequeño y no superan los 30 cm de longitud, aunque especies como la salamandra gigante de Japón pueden sobrepasar el metro de largo. El cuerpo es alargado, estando provisto de dos pares de patas cortas de aproximadamente la misma longitud, pero en algunos casos están reducidas o incluso el par posterior ausente.



Las larvas son similares a los adultos y poseen dientes en ambas mandibulas.


El hábitat de las salamandras se ve limitado por su piel húmeda a zonas cercanas al agua o bajo alguna protección en suelo húmedo, usualmente en los bosques. Algunas especies son acuáticas durante toda su vida, mientras que algunas vuelven al agua de forma intermitente y otras son completamente terrestres en su edad adulta. Los caudados se parecen superficialmente a los lagartos, pero se distinguen fácilmente por la ausencia de escamas. Si pierden algún miembro son capaces de regenerarlos. Esta capacidad  le permite a algunas especies poseer autotomía caudal como medio para escapar de potenciales depredadores.

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