CLASE: Insectos
ORDEN: Coleópteros
FAMILIA: Coccinélidos
GENERO Y ESPECIE: Coccinela septem-punctata
Este coleóptero vive practicamente en cualquier lugar en el que haya pulgones, de los que se alimenta. Tanto los ejemplares adultos como las larvas son voraces depredadores de pulgones.
Ha sido introducida en Norteamérica para combatir las plagas de esos parásitos en las plagas.
Poco después de salir de los huevos, que son puestos en medio de una colonia de pulgones, las larvas coloridas, más voraces que la cochinilla adulta, devoran incesantemente hasta cientos de pulgones en un solo día.
Su rápido metabolismo y desarrollo exigen una provisión continua de comida. Además, el insecto necesita acumular reservas para los días en que permanecerá sin comer, cosa que ocurre durante la metamorfosis.
Después que la cochinilla alcanza el estado adulto, su voracidad se torna menos acentuada. Pero aún así puede llegar a devorar más de 200 pulgones durante el transcurso de un día.
Ese hábito alimentario de la cochinilla la ha convertido en un importante instrumento del control biológico de las plagas, pues los pulgones atacan plantas importantes para la economía humana, como naranjos y otros cítricos.
Los insecticidas químicos son usados con una cautela cada vez mayor, a causa de los efectos secundarios que causan y por los daños que ocasionan a la fauna. Por esa razón actualmente se trata de desarrollar una forma más natural de combatir las plagas.
La larva de la cochinilla también se alimenta de pulgones, como las adultas. Antes de llegar a la madurez, sin embargo pasará por la etapa de pupa.
Ya adulta, y con su largo total de medio centímetro, continúa practicando sus hábitos voraces. Los insectos que constituyen su alimento son blandos, y se los conoce también como "pulgones de las plantas.
Aunque los pulgones no pueden defenderse de la cochinilla, que es mucho más grande y fuerte, a veces ésta debe luchar por su alimento. Ocurre que ciertas hormigas crían pulgones y los defienden contra todo.
Pese a que vuelan lentamente y por corto trecho, las cochinillas que viven en países templados, emigran a lugares distantes, antes del invierno. Luego hibernan agrupadas en colonias de cientos de ejemplares.
El color vivo de la cochinilla se destaca contra el fondo verde del follaje en que vive. La vista penetrante de las aves lo advierte inmediatamente. Como defensa, el insecto emite un olor repugnante.
Como todo coleóptero, la cochinilla también conserva sus alas cubiertas por los élitrros, cuando no está volando. En parte, la resistencia que los élitros abiertos ofrecen al aire torna ineficiente su vuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario