Igual que a los rottweiler y pitbull, el dogo argentino es una raza de perros que debe ser tratada con mucho respeto, para no encontrarse con sorpresas desagradables.
La información que acompaña a las fotografías ha sido extraída de Wikipedia. Debe tomarse como datos básicos para conocer algunas características del animal. Wikipedia dice: Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la versión actual de este artículo o sección. Hecha esta salvedad, conozcamos al dogo argentino.
Su creador, el médico argentino Antonio Nores Martínez, se propuso lograr un perro que tuviese aptitudes para la caza en jauría, especialmente de jabalíes, pero que fuese capaz de batir o inmovilizar él sólo a la presa en combate hasta la llegada de su amo o el resto de la jauría.
Antonio utilizó como base al "perro de pelea cordobés", una mezcla de razas introducidas en la Argentina por los residentes ingleses, bull terrier y bulldog, con razas que habían traído los españoles, alano español y mastín español. A estas cruzas, que resultaban imbatibles en las peleas de perros, Antonio le sumó líneas de sangre bull terrier y Mastín del Pirineo.
Así, en la decimotercera generación, Antonio se dio cuenta que había creado una "máquina de guerra" perfecta, un perro de combate invencible. Los perros blancos de Antonio se hicieron famosos pues ningún otro perro podía vencerlos en los rings. Transcurrieron varios años de cruzamientos, selecciones y adecuada gimnasia funcional hasta que hacia finales de la década de 1940, Antonio logró consolidar al dogo argentino actual, reconocido como el perro de caza mayor por excelencia. El reconocimiento oficial en Argentina tuvo lugar en 1964, y el internacional en 1973.
Es un perro muy resistente y robusto, de estructura maciza y musculoso en todas las partes del cuerpo, insensible al dolor, capaz de combatir con animales más grandes que él y matarlos. Con la capa completamente blanca, para distinguirlo fácilmente en el monte, el Dogo Argentino se diferencia de los otros perros también por su comportamiento: ladra raramente, casi como para no querer hacer notar su presencia, pero cuando ataca, es demoledor.
La cabeza es grande con cráneo macizo. Hocico ligeramente cóncavo, con labios finos que al morder y atrapar a la presa permiten, sin embargo, que el dogo siga respirando. Los ojos de color pardo, bien separados entre ellos. Orejas erguidas o semierguidas, triangulares y cortadas. El cuello es poderoso, arqueado y grueso. El pecho es ancho y profundo. La línea dorsal muy alta en los hombros que luego se inclina hacia la cadera.
Las extremidades son rectas, con muslos musculosos, cornvenjones cortos, dedos unidos y cortos. La cola es larga y gruesa. El macho debe medir entre 60 y 66 cm, y la hembra entre 60 y 62 cm; de peso el macho debe ser de entre los 48 a 54 kg, la hembra 45 kg. El manto siempre blanco, y sin manchas, las pigmentaciones no son deseadas.
El dogo argentino es un atleta, por lo cual se lo debe mantener liviano y ligero y no con tendencia a obesidad. Es el perro de caza mayor por excelencia. Los dogos trabajan en jauría, generalmente de cuatro miembros. Cuando un dogo ventea al jabalí, lo persigue hasta alcanzarlo y lo prende en el hocico, orejas, cuello o patas, sin soltarlo a pesar del castigo que pueda recibir de la bestia.
Tiene una mordida muy potente, una gran resistencia y mucho coraje, cualidades que le permiten combatir con el animal hasta el final o hasta que lleguen los otros perros de la jauría o el cazador que rematará al jabalí con un cuchillo. En algunos casos se incorporan a la jauría cruzas de dogos con galgos, llamadas dogal, para tener perros más livianos y por tanto más rápidos pero éstos no reemplazan a los dogos puros, muchos más resistentes y potentes.
Carácter. Como todo perro de trabajo, es muy fiel a su amo. En casa suele comportarse bien y casi nunca ladra. Es tranquilo y equilibrado. Es muy fiel y afectuoso con las personas. Suele ser muy agresivo hacia sus congéneres si no es educado correctamente desde temprana edad. Estos ejemplares tienen mucha fuerza y son muy resistentes al dolor.
Educación. Como toda raza de gran porte, necesita una educación constante y firme pero sin violencia innecesaria. Es importante enseñarle a no atacar a otros perros y demás animales domésticos con los que debe ser capaz de convivir en armonía. La relación hombre-perro es una relación de sumisión, por lo tanto debe establecerse claramente el orden jerárquico, quién es el que manda. Una vez logrado esto, el dogo argentino será un compañero excepcional, fiel a su amo por el que dará su vida de ser necesario.
Es un perro que por sus orígenes y función tiene el instinto muy despierto, de hecho en los criaderos de pequeños le despierta el instinto, por lo cual es un perro que como mascota debería estar siempre con correa a la hora de pasearlo.
Salud. Por su piel no debe permanecer mucho tiempo expuesto al sol. Para un mantenimiento perfecto de su pelaje es necesario un cepillado con un guante de crin o goma que arrastre el pelo suelto. Los problemas de piel son bastante frecuentes, particularmente una enfermedad llamada demodexia, que suele darse principalmente en los ejemplares jóvenes inmunosuprimidos. Necesita hacer ejercicio, y espacio para estar bien cómodo. No es raro encontrar ejemplares con sordera. Sus ojos deben ser cuidados, las limpiezas deben ser diarias para evitar cualquier tipo de inflamación.
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