ORDEN: Paseriformes
FAMILIA: Sítidos
GENERO Y ESPECIE: Sitta europaea
Se trata de un pájaro pequeño y rechoncho de color azul, cuyo nombre le viene dado en base a su capacidad de subir y bajar por los troncos, capacidad a su vez posibilitada por las uñas y la poderosa musculatura de sus patas y dedos. Se lo conoce también como el nuecero.
Se trata de un ave de apenas 14 cm que pesa alrededor de 25 g. Las partes superiores son de color gris azulado, la cabeza presenta una lista negra y estrecha en la región superciliar que va desde el pico hasta los lados del cuello, el pecho y abdomen son ocráceos. No presenta dimorfismo, por lo que ambos sexos son iguales.
LEEMOS SOBRE EL TREPADOR AZUL
Termina el invierno; la primavera llega desparramando colores por el paisaje. Una hojita de pasto verde despunta en el suelo; una flor amarilla brilla en los arbustos, aún salpicados de nieve. La hembra del nuecero trabaja rápidamente para completar la construcción del nido.
Vuela mil veces hasta el suelo para tomar con el pico pelotitas de arcilla. En el deshielo, la tierra queda toda cubierta de charcos, formdados por el agua que fluye cuando la nieve y el hielo se derriten. Cuando la arcilla está algo seca, el pajarito la empasta con saliva; asienta el material en el lugar en que está construyendo, picotea para afirmar el barro; lo alisa con los costados del pico y elimina los sobrantes.
Poco a poco, a la entrada del hueco del árbol, comienza a erigirse un muro de arcilla. Cuando está terminado y seco, el muro protege bien del viento, la lluvia y los enemigos, pues solo queda un agujero estrecho para el paso de la pareja.
Concluído el nido, comienza la postura de los huevos, uno por día, hasta sumar unos seis como promedio. Al nacer, los polluelos todavía necesitan del calor de la madre; por eso ella permanece algunos días en el nido. Tres semanas después, estos comienza a volar fuera del nido y finalmente se alejan para siempre.
Ya en el mes de enero, el nuecero comenzará a buscar el emplazamiento en que construirá su nido: huecos de árboles, cavidades o grietas en los muros, a veces una pequeña gruta en las rocas, o, en último caso, un simple agujero excavado por el macho.
A veces, este encuentra nidos abandonados de golondrina o de otro pajarito migrador. En este caso el trabajo de refacción será menor. También buscan los nidos de pájaro carpintero que éste ya no utiliza.
Resuelto el problema del nido, el macho parte en busca de la hembra que habrá de compartir la morada. En ese época, a comienzos de la primavera, su canto alcanza el máximo de volumen y duración.
Además del canto, el apareamiento es precedido también por la exhibición de plumas erizadas por parte del macho.
Formada la pareja, que generalmente dura toda la vida, ambos comienzan a proveer al nido de una reserva de alimentos. Para ello realizan incontables vuelos para acumular nueces y almendras, además de bellotas y avellanas.
Con estas reservas, cuando llega la época de empollar, no tendrán problemas para el sustento.
Durante la primavera y el verano se alimenta también de insectos.
Durante la primavera y el verano se alimenta también de insectos.
*
1 comentario:
Genial, gracias!
Es un de mis bichos preferidos, por su habilidad en los árboles, por su silbido agudo pero sutil y porque se mueve en familia y es divertido verles juntos. Además, es bonito.
Aquí en Alemania se llama Kleiber y se le ve muy fácilmente, apenas se inmutan por la presencia humana.
Un saludo,
CPC
Publicar un comentario