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30 de octubre de 2011

Erizo (Erinaceinae)

CLASE: Mammalia
ORDEN: Erinaceomorpha
FAMILIA: Erinaceidae
GENERO Y ESPECIE: Erinaceinae

Los erinaceinos, conocidos vulgarmente como erizos, son una subfamilia de pequeños mamíferos cubiertos de púas; pertenecen al orden Erinaceomorpha, aunque antiguamente eran considerados del orden Insectivora. Hay un total de 16 especies divididas en 5 géneros.


Los erizos habitan Europa, Asia, África y han sido introducidos en Nueva Zelanda. No hay erizos endémicos de Oceanía, ni tampoco erizos vivos que sean nativos de Norte América. En España viven dos especies, el erizo europeo y el erizo moruno, pero en cautividad es muy frecuente el erizo orejudo. Los erizos no han cambiado mucho durante los últimos 15 millones de años. Como muchos de los primeros mamíferos han adoptado una vida nocturna basada en la alimentación insectívora.

Físicamente destacan por sus espinas, que son pelos huecos repletos de queratina para darles rigidez. Las espinas no son venenosas ni están afiladas como en el caso del puerco espín, y al contrario que éste, no se desprenden con facilidad del animal. Sin embargo sí que se sueltan las púas de los jóvenes cuando las reemplazan por las púas de adulto durante el primer año de vida. En períodos largos de estrés o bajo alguna enfermedad también pueden perderlas.

Cuando se ven amenazados los erizos son capaces de enrollarse sobre sí mismos formando una bola de púas. La efectividad de esta habilidad depende del número de púas que posean. Es por eso que los erizos del desierto, que han evolucionado para ser menos pesados, prefieren huir o incluso atacar al intruso con sus púas que confiar en su defensa de enrollamiento.

Los diferentes métodos de defensa llevan consigo diferentes especies de depredadores: mientras que los erizos de bosque no tienen excesivos depredadores, principalmente búhos y turones, especies pequeñas como el erizo de orejas largas (Hemiechinus auritus) son presas de zorros, lobos o mangostas.



Todas las especies de erizo son principalmente nocturnas, aunque algunas pueden estar más activas de día que otras. Duermen durante gran parte del día entre la hierba o en agujeros en la tierra. Normalmente los erizos cavan madrigueras para protegerse. Todas las especies sufren épocas de letargo, algunos hibernan en invierno y otros estivan en verano, dependiendo de la especie, temperatura y abundancia de alimento.


Tienen cinco dedos con uñas largas en las extremidades traseras, mientras que en las delanteras poseen cinco dedos con uñas cortas. Esto es debido a las costumbres excavadoras de los erizos. Solo los erizos de vientre blanco tienen cuatro dedos en las extremidades traseras.

Los erizos emiten una amplia gama de sonidos con los que comunicarse, desde gruñidos hasta fuertes chillidos.


Ocasionalmente, realizan un ritual conocido como ungimiento. Al percibir un olor nuevo el erizo correrá a su fuente, la olerá y la morderá. Después pegará la espuma olorosa de su boca en sus espinas con la lengua. La naturaleza de este comportamiento no está clara pero se especula con que pueda servir de camuflaje. Los bebés realizan el ungimiento incluso antes de abrir los ojos.



*Datos obtenidos en Wikipedia

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27 de octubre de 2011

Aves - Sinsonte

CLASE: Aves
ORDEN: Passeriformes
FAMILIA: Mimmidae
GENERO Y ESPECIE: Mimus polyglottos

Ave nativa de América del Norte. Los ejemplares adultos son grises por la parte superior del cuerpo, con ojos de un amarillo pálido y pico negro mínimamente curvo.

La cola es de color oscuro con los bordes blancos, y las patas largas y negras. Las alas muestran finas líneas blancas, y durante el vuelo dejan ver manchas, también blancas en las alas y dos franjas blancas longitudinales en la cola. Se caracterizan por imitar sonidos de otros animales.

Sus hábitats de reproducción son las zonas donde se mezclan áreas abiertas y arbustos densos, desde el sur de Canadá hasta México y Cuba. En otras antillas, tales como Puerto Rico, se conoce como ruiseñor.

Construyen nidos de ramas en arbustos o árboles de gran follaje, que defienden agresivamente del ataque de otras aves o animales, incluyendo a los humanos.

Cuando un depredador es muy persistente, los sinsontes, también llamados cenzontles, de territorios cercanos, se reúnen mediante una llamada distintiva, y juntos atacan al agresor. Otras aves se juntan para observar cómo estos pájaros molestan al intruso.

Por lo general los sinsontes son residentes permanentes; sin embargo las aves del norte emigran al sur durante la época de clima áspero. En Europa existen como una rareza extrema.




Comen principalmente insectos y bayas, y mientras lo hacen extienden frecuentemente las alas en un movimiento de dos etapas para mostrar sus manchas blancas, lo que sirve como una exhibición territorial. Se alimentan tanto en el suelo como en la vegetación; y también vuelan en picada para capturar su comida.





Los cenzontles normalmente cantan más fuerte en el crepúsculo de la mañana cuando el Sol está sobre el horizonte. Cuando inician un canto en una percha alta vuelan varios metros en forma circular con sus alas extendidas para mostrar sus manchas blancas, luego aterrizan en la percha sin romper la nota. Lo cual sirve como una exhibición territorial.


Los sinsontes tienen una fuerte preferencia por ciertos árboles, tales como el arce, el liquidambar, y el platanero (Platanus). Por lo general evitan árboles de pino. En áreas urbanas, los cenzontles raramente bajan a la tierra, a diferencia de la mayoría de otros pájaros. También, tienen una preferencia por lugares altos, tales como las ramas más altas de los árboles y las cimas de los postes del teléfono.





Fuente: Wikipedia
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26 de octubre de 2011

Cérvidos - Corzo (Capreolus capreolus)

CLASE: Mamíferos
ORDEN: Artiodáctilos
FAMILIA: Cérvidos
GENERO Y ESPECIE: Capreolus capreolus

Es el cérvido más pequeño de Eurasia. Su área de distribución se extiende desde Europa occidental, donde sólo está ausente en Irlanda, Grecia y el norte de Escandinavia, hasta el norte de China.

En estado adulto, el corzo tiene una altura en la cruz de sólo 76 centímetros como máximo y un peso de entre 15 y 35 kilos. Los machos presentan cuernas pequeñas de tres puntas que mudan cada año a principios del invierno y se han terminado de desarrollar ya cuando comienza la primavera.


El pelaje es pardo-rojizo en ambos sexos durante el verano, volviéndose grisáceo en invierno, al tiempo que aparece una mancha blanca sobre la grupa. El vientre es de color más claro que la espalda. Los animales de origen meridional son más oscuros, teniendo un tono castaño achocolatado. Las crías, por el contrario, presentan un manto rojizo salpicado de numerosas motas blancas para aumentar su camuflaje con el entorno.

Son característicos los gritos que emiten ambos sexos, similares a un ladrido o ladridos.

Su dieta alimentaria consiste en el consumo de hojas de arbustos y árboles bajos, así como bayas y brotes tiernos. Es un animal mas ramoneador que de pastos, aun cuando se adapta facilmente a esta dieta donde falta la masa arbustiva.


El corzo es un animal tremendamente adaptativo, pudiendo vivir tanto en bosques cerrados, como en amplias praderas. Es una especie solitaria, a diferencia de la mayoría de cervidos europeos, que son gregarios, con gran capacidad de adaptación, facilitada por la falta actual de predadores naturales, excepto el hombre. Habita gran variedad de latitudes y altitudes, tipos de hábitats por los que se distribuye y especies vegetales que consume.

No rechaza habitar cerca de poblaciones donde se le puede ver en cementerios, parques suburbanos, carreteras y vertederos. Acudiendo a comer y beber a establos, cultivos, abrevaderos, acequias, casas deshabitadas y otras construcciones humanas. Es por eso la especie más conocida de su área.


Gracias a su enorme plasticidad puede ocupar todo tipo de medios forestales: caducifolios, mixtos y de coníferas, pero también se ha adaptado a bosques en etapas de degradación con condiciones más duras, como son matorrales o zonas adehesadas.


Prefiere paisajes con un mosaico de bosques y tierras de cultivo, con estrato arbóreo, arbustivo y el herbáceo, y por ello está bien adaptado a las zonas agrícolas modernas. En función de los recursos se dá una mayor o menor densidad de población.


De este modo a mayor abundancia, mayor densidad y viceversa. A pesar de esto, la densidad está condicionada por su expansión desde zonas donde ya está presente, ocupando las zonas más propicias y retirandose a zonas más inaccesibles y menos propicias por la presión cinegética.


LEEMOS SOBRE EL CORZO

El olfato agudo del animal percibe la presencia del hombre, a cuatrocientos metros de distancia. Hay tiempo para escapar, a pesar del cansancio, pues el corzo pasó toda la noche buscando hierbas, brotes y bellotas de roble.


Fue la avena verde de la granja la que lo atrajo tan cerca de la zona poblada. Ahora tiene que huir del hombre, que al amanecer salió al campo, a recorrer sus sementeras. Con su andar ligero, el corzo emprende el regreso a la montaña. La primavera apenas ha comenzado, pero algunos arroyos ya corren libres de hielo.


El corzo se zambulle en ell primero que encuentra. Nadar es uno de sus recursos comunes de fuga. Sale en la otra orilla y empieza a subir por la suave ladera de la montaña. Unos kilómetros más lejos, su temor desaparece.


Ahora solo tiene que encontrar un refugio seguro, donde pueda dormir todo el día, sin peligro, a pesar de que la mayoría de sus enemigos está formada por carnívoros nocturnos. Tiene un año de edad. Dentro de algunos meses, hacia el verano, reunirá, por primera vez, un grupo de corzas, y ya no vivirá más solitario.



Después de una gestación de cuarente semanas, nacen hasta tres corcinos, según la edad de la corza. En los primeros meses, la gravidez tiene una evolucilón lenta. Dos horas después de nacer, ya caminan.


Una de las señales que orientan al corcino para seguir a su madre es la mancha blanca que ésta tiene en la coila. Cierta vez, un corcino extraviado salió a una carretera y, al no tener otra guía, terminó por seguir el guardabarros blanco de una bicicleta.




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23 de octubre de 2011

Antílope americano (Antilocapra americana)

CLASE: Mamíferos
ORDEN: Artiodáctilos
FAMILIA: Bóvidos
GENERO Y ESPECIE: Antilocapra americana

También llamado berrendo, el antílope americano es el único representante actual de su familia, aunque hasta principios del Pleistoceno contaba con numerosas especies. Con el paso del tiempo, todos se extinguieron por diversas causas, dejando al berrendo actual como único vestigio de su presencia.

El berrendo es propio de Norteamérica. Se lo encuentra desde el sur de Canadá, a través del oeste de los Estados Unidos, hasta el norte de México. El hábitat característico de estos animales son los espacios abiertos, como llanuras herbáceas y semidesiertos.


Pese a que son llamados antílopes americanos no son verdaderos antílopes. Presenta un marcado dimorfismo sexual. Los machos, de mayor tamaño, tienen un peso de 45-60 kg, mientras que las hembras pesan entre 35 y 45 kg. Difiere del resto de rumiantes de cuernos huecos por tener estuches córneos caducos.

Ambos sexos poseen cuernos curvos y dirigidos hacia atrás que mudan cada año, como los ciervos, pero nunca se desprenden de la base ósea que hay bajo la superficie córnea. Estos cuernos son más grandes y están ramificados en los machos (125 a 450 mm), mientras que las hembras los tienen cortos y sin ramificaciones (25 a 150 mm). Ambos poseen una corona de pelo en la base de los cuernos y una crin de color negro.


La forma del cuerpo recuerda a los antílopes, ya que al igual que ellos, tienen el lomo a mayor altura que los hombros. Sus extremidades son delgadas y largas y no tienen dígitos laterales. Un elemento característico de esta especie, es la presencia de una gran mancha blanca alrededor de la región caudal, está presente en machos, hembras y crías, el pelaje en esta zona se eriza cuando el animal presiente algún peligro, sirviendo de advertencia a otros miembros del grupo.


En la parte del cuello sobresalen dos bandas blancas localizadas una a la altura de la garganta y otra debajo de ella. Existen bandas de pelo oscuro en nariz, frente, carrillos, parte posterior del cuello y dorso de la cola.


Las patas tienen cuatro dedos, aunque caminan sobre dos.



Se alimentan durante gran parte del día de hierbas, arbustos, musgos y en ocasiones incluso cactus. Los berrendos se mueven en grandes grupos, a veces en manadas de cientos de animales, especialmente en verano. Los integrantes de estas manadas son siempre hembras con sus crías y machos jóvenes. Los machos adultos o viejos suelen ser solitarios o viven en pequeños grupos, aunque a veces pueden formar también rebaños formados únicamente por individuos masculinos.


En otoño, los machos en edad reproductora compiten entre sí luchando cabeza contra cabeza con el fin de ganarse el derecho a reproducirse. Al contrario que en muchos otros ungulados, los machos no abandonan las manadas de hembras y jóvenes tras la época de celo, sino que se unen a ellas durante todo el invierno siguiente.


Tras 230 días de gestación, las hembras paren una cría (si es su primer parto) o dos en el mes de junio. Estos pequeños son de color gris y pesan de 2 a 4 kg. Inmediatamente tras el parto, las hembras separan a sus crías y las esconden entre la maleza, aunque se mantienen vigilantes en las zonas próximas y acuden regularmente para darles de mamar.


LEEMOS SOBRE EL ANTILOPE AMERICANO



El crótalo vibra en el aire, con el silbido siniestro que precede al ataque de la cascabel. Pero el ataque no se produce. Las patas del antílope americano se levantan y encogen hacia arriba. Cuando caen a tierra, el doble golpe cortante parte por la mitad el espinazo del reptil.


La cascabel coletea, y el antílope continua martilleando con sus patas delanteras, en rítmico movimiento. Levanta el cuerpo, repliega las patas y las distiende en la caída, para aumentar el impacto. En poco tiempo, la víbora se transforma en una masa informe y sanguinolenta.


Esa técnica de lucha tiene la misma eficacia mortal con otros animales mayores y más peligrosos, como coyotes, águilas y zorros. Los cuernos, que en los machos están equipados con espolones internos y llegan a treinta centímetros, raramente son usados y casi nunca los necesitan.



Pero, si llegan a emplear esas armas, el antílope americano lo hace generalmente con golpes fulminantes. Hasta llega a matar osos.



Cualquier elemento extraño a su ambiente atrae su atención. Esa curiosidad impulsa al animal a aproximarse a las personas, sin recelo ni hostilidad. Como ciertos perros, algunos grupos de antílopes americanos llegan a perseguir a los automóviles en marcha.





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19 de octubre de 2011

Cabra blanca (Oreamnus americanus)

CLASE: Mamíferos
ORDEN: Artiodáctilos
FAMILIA: Bóvidos
GENERO Y ESPECIE: Oreamnus americanus

La cabra blanca (Oreamnos americanus), también llamada cabra de las Rocosas, es una especie endémica de Norteamérica (Canadá y Estados Unidos). Vive en zonas altas alejada de los depredadores, aunque el puma y el oso grizzly pueden predar sobre ella. Es una excelente trepadora que se alimenta principalmente de hierba.


Tanto macho como hembra tienen barba, cola corta, y cuernos negros largos, 15-28 cm de longitud, con los anillos de crecimiento anuales. Están protegidos del clima por su doble piel lanuda blanca: la fina, densa lana de su cobertura está cubierta de otra capa de pelos finos y largos.

Si la estación templada se pone muy calurosa, se raspan contra rocas y cortezas de árboles para quitarse algo de lana extra. En crudos inviernos, su protección les permite tolerar temperaturas tan bajas como -45 °C y vientos de más de 150 km/h.

LEEMOS SOBRE LA CABRA BLANCA

Junio, pleno verano. Pero en las altitudes más septentrionales de América, el verano no es más que un invierno atemperado, sobre todo en las altas Montañas Rocosas. Para la también llamada cabra de las nieves, el frío atenuado de ese verano subpolar representa una gran diferencia.

El mayor obstáculo para la superviencia de la especie reside en la dificultad de encontrar alimentos en el invierno riguroso, cuando la vegetación queda cubierta por capas de hielo y nieve.

Ahora en junio, la comida, comparativamente, es abundante. La cría que nace, y que diez minutos después ya está brincando y corriendo, encontrará abundante leche caliente en la ubre de la madre. Ella está bien alimentada y su leche es nutritiva.

Además, con los músculos fortalecidos, está en condiciones de defender a su cabrito contra las águilas, y hasta de los carnívoros más peligrosos, como el oso.

Generalmente, la cabra de las nieves escapa de los predadores huyendo montaña arriba, o saltando a través de las anchas grietas del hielo o de las rocas. Con el cabrito, empero, la hembra no puede huir. Se queda y lucha. Lo hace con tanta furia que en ocasiones llega a ahuyentar pumas y osos a cornadas. Pero, la mayoría de las veces, sucumbre defendiendo a su prole.

Basta una diminuta cavidad en las rocas, para que la cabra pueda trepar por el abrupto acantilado. Aun con viento y nieve, y alturas de hasta 4.000 metros, el animal escala rapidamente las montañas. Son el refugio que le posibilita vivir.





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17 de octubre de 2011

Aves - Buitre leonado (Gyps fulvus)

CLASE: Aves
ORDEN: Falconiformes
FAMILIA: Acipítridos
GENERO Y ESPECIE: Gyps fulvus

Especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae. Es una de las mayores rapaces que puede encontrarse en la península Ibérica, superando en envergadura (hasta 260 cm) incluso al águila imperial ibérica.

En la base del cuello se encuentran una serie de largas plumas blancas y leonadas, a modo de gorguera. En el dorso, parte anterior de las alas y vientre, el plumje es de color canela. En el resto del cuerpo el plumaje es pardo oscuro.


El pico, pardo por arriba y amarillo en los bordes, es ganchudo y arranca largas tiras de carne con facilidad. Las patas son grises y bastante débiles, pues no necesitan capturar presas como las de las águilas y halcones.





LEEMOS SOBRE EL BUITRE LEONADO

Sus anchas alas no se prestan para un rápido revoloteo, como el de los pequeños pájaros. En cada movimiento, el ave desplaza enormes masas de aire, y ese esfuerzo agotaría sus energías en poco tiempo.


Como ocurre con la mayoría de las grandes aves, el buitre concentra su habilidad aérea en largos vuelos. Es capaz hasta de ganar altura sin mover las alas. Le basta con orientar el vuelo en círculos, que acompañan a las grandes espirales de aire caliente, que sube de la tierra.


En esos invisibles resortes de las corrientes térmicas, que se extienden hacia arriba, la sustentación del vuelo es más prolongada y mucho menos fatigosa.


Desde la altura en que se sitúa, su vista abarca un vastísimo panorama, y su agudeza le permite localizar carroña a muchos kilómetros de distancia.


Cuando descubre el cadáver de algún animal, el buitre desciende sin prisa. No necesita abalanzarse desde lo alto, en la vertiginosa picada de las águilas, ya que su presa no podrá escapar. Así, lentamente, el buitre va bajando, bajando, hasta posarse cerca, muy suave, y con mucha cautela.


En tierra, no ataca de inmediato, por más hambriento que esté. Examina antes la presa dando rodeos, cada vez más cercano. Finalmente se resuelve a comer. Picotea la piel del animal muerto, y la va arrancando en pequeñas tiras.


Entonces, otros buitres de su bandada se le unen y participan del festín. Luego de comer la piel, abren la panza del animal y comienzan a devorar los intestinos y otras vísceras. Parece que prefieren esa carne fláccida, tal vez por la mayor facilidad para cortarla.


Solo cuando ya no quedan más vísceras, atacan la musculatura. Pero llega un momento en que también la carne se termina. Si la bandada no está saciada, la comilona continúa, en una alborotada repartija de huesos.


Al igual que el quebrantahuesos, el buitre europeo o leonado también digiere huesos, sin ninguna dificultad.


Después de comer, el buitre siempre permanece algún tiempo en el mismo lugar, porque la digestión de la abundante comida entorpece sus movimientos. En otras circunstancias, empero, el ave es bastante veloz y ágil. Alcanza en vuelo una velocidad de 50 kilómetros por hora.


En tierra es muy difícil que un hombre le dé alcance, dado lo rápida que es su carrera. Y si lo llegara a alcanzar, es muy probable que se arrepentiría pronto, pues el buitre europeo es un ave feroz, capaz de atacar a las personas con peligrosos picotazos, además de las heridas y desgarramientos que puede causar.

A partir de fines de diciembre, y durante dos meses, a época de celo excita a los buitres europeos. A gran altura, entre los picos desolados de la montaña, machos y hembras ejecutan largos vuelos en parejas, tan próximos que hasta se llegan a tocar.


Con hierbas secas, ramitas y musgos, cada pareja hace su nido, en lugar inaccesibles de las montañas. La hembra pone un solo huevo, de 9 por 7 centímetros, que será empollado por ella y el macho durante unnos cincuenta días. Al nacer, el polluelo tiene plumón blanco.


Para poder librarse de los piojos y otros parásitos, el buitre se restriega las plumas con el pico y luego se para al sol, con las alas abiertas y extendidas.


Luego de comer hasta saciarse, los buitres tienen que superar el problema de levantar vuelo. A pesar de su gran tamaño -más de un metro de largo y 2,80 metros de envergadura-, el ave pesa solo unos siete kilogramos.


Claro que aumenta peligrosamente de peso después de una comida abundante. Para los más golosos, resulta inútil toda tentativa de levantar vuelo directamente desde el suelo. Necesita situarse al borde de un abismo, y lanzarse desde allí, planeando.



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16 de octubre de 2011

Armiño o Mustela (Mustela erminea)

CLASE: Mamíferos
ORDEN: Carnívoros
FAMILIA: Mustélidos
GENERO Y ESPECIE: Mustela erminea

Habita bosques y estepas, encontrándose generalmente en campo abierto. Está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas.

Es uno de los carnívoros más pequeños del mundo; tiene el cuerpo alargado y extraordinariamente flexible. Su peso varía entre los 100 y los 300 g.


En el verano, el pelaje es pardo o marrón en el dorso, y blanco o blanco amarillento en el pecho y en el vientre; pero siempre conserva el extremo de la larga cola de color negro, lo que es en toda época un buen rasgo para la identificación.

En la llanura y en las regiones meridionales conserva su pelaje marrón con el vientre blanco durante todo el año. En la montaña y en las regiones más frías cambia de color después de su muda de otoño, volviéndose enteramente blanco; solamente el pincel de pelos que adorna el remate de su cola permanece siempre negro.

LEEMOS SOBRE EL ARMIÑO

Junto al manantial, está emboscado al acecho de algún animal que venga a beber. En la cálida noche de verano, la sombra del matorral, proyectada por la luz lunar, oculta totalmente su cuerpo castaño. Una rata, casi de su tamaño, pasa cerca, encuentra comida y se detiene.

El ruido que hace al roer es lo que primero alerta al armiño. Excitado como un gato que reacciona al mismo estímulo, el armiño se deliza cautelosamente en dirección a la presa. No hace el menor ruido.



Cuando avista a la rata, su primera reacción es esconderse rápidamente. Luego, moviéndose inquieto, levanta y baja el cuerpo. Está calculando la distancia, haciendo puntería y ensayando el equilibrio. El ataque es fulminante y certero. Muerde vigorosamente a la rata y huye. Mejor dicho, se repliega.


La presa corre herida, y el armiño vuelve a atacarla. Después de dos o tres arremetidas, la rata, semidespedazada, casi no puede moverse. El armiño le asesta los golpes finales y comienza a comérsela. No devora indiscriminadamente su presa, sino que escoge ciertas partes. Parece gustar más que nada de la sangre.



A causa de esta afición por la sangre caliente, sus presas suelen ser aves y mamíferos, aunque también come reptiles. Con su habilidad de cazador, puede escoger la víctima que desea. Caza día y noche, tanto en verano como en invierno. Trepa, nada, salta, bucea, corre. Solo en tamaño otras fieras lo superan; jamás en ferocidad.




Si percibe a tiempo la aproximación de una persona o de un animal, la hembra del armió tratará de trasladar sus crías a un lugar más seguro. Pero si es sorprendida, saltará de la cueva para atacar al intruso.


Muy feroz, el armiño no se acobarda frente a ningún enemigo. Si lo ataca un águila, se aferra a su pecho con uñas y dientes, y muerde y araña con tanta furia que algunas veces, el ave lo suelta y huye.




La agudeza visual del armiño es parcialmente anulada por su baja estatura. Para poder mirar desde más lejos, se sienta sobre las patas traseras.


La blancura y suavidad de la piel de armiño ornamenta los suntuosos trajes de reyes, papas, y otros dignatarios.

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