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6 de marzo de 2012

Serpientes - Jararaca (Bothrops jararaca)

CLASE: Reptiles
ORDEN: Escamados
FAMILIA: Crotálidos
GENERO Y ESPECIE: Bothrops jararaca

Especie de serpiente venenosa de la subfamilia Crotalinae endémica de Brasil, Paraguay y Argentina. 


Es una especie delgada, terrestre, alcanzando un máximo de longitud de 16 dm, aunque el promedio es mucho menor. 

 El patrón de color es extremadamente variable, consiste en un color dorsal: bronceado, pardo, gris, amarillo, oliva. En mitad del cuerpo, este color es usualmente algo más suave que en la cabeza, anterior y posterior. Eso se solapea con una serie de marcas triangulares o trapezoidales de bordes pálidos, negras pardas en ambos lados del cuerpo. 


 La cabeza tiene una prominencia, y una banda negra parda que corre por detrás del ojo en ambos lados de atrás de la cabeza, usualmente tocando los últimos tres supralabiales. Dorsalmente, esta tira está bordeada por un área distintiva pálida. 

La lengua es negra, y el iris es dorado a verdoso oro con retículos ligeramente oscuros. 

 

Prefiere bosques deciduos tropicales y subtropicales, y sabanas. También ocupa áreas abiertas, en agricultura, con cobertura de vegetación cerca 

 Preda aves y pequeños mamíferos. Ovovivíparo. 

Se cree que produce cerca de veinte crías por vez.


Leemos sobre la JARARACA

Aun bajo la intensa luz del sol, ella pasa desapercibida. Los ojos verdes no guiñan nunca, porque el animal no tiene párpados o, mejor dicho, los tiene soldados y transparentes. El cuerpo extendido es una suave curva y la cola enroscada en el tronco de un árbol, no llaman para nada la atención, porque aparentemente la víbora no mueve un músculo.

Su color, aunque variado, siempre se confunde con el de las lianas y cortezas de los árboles (existen jararacas amarillas, cenicientas, pardas y verdes, con distintas tonalidades intermedias).


Cuando está en reposo, sus colmillos mortíferos se encuentran retraídos, doblados hacia adentro y recostados en el paladar de la boca. Pero la jararaca está alerta. El calor que exhala el cuerpo de un ave o de un ratón es tan sensible para la jararaca, como lo es un ruido para nosotros (aunque no es sorda) y sirve para orientarla.


Ella sabe donde está la presa, en que dirección avanza y a que distancia está, tan sólo por el calor. Todo esto debido a la sensibilidad de una foseta loreal ubicada entre el ojo y la narina. Ahora el pájaro se aproxima más y la víbora ya lo observa. En el ataque fulminante, la boca se abre, los colmillos se distienden, como la hoja de una navaja al abrirse, y la muerte llega.


A causa de ese hábito de capturar pajaritos, mucha gente piensa que las víboras hipnotizan a los pájaros, y los atraen con su mirada. Para las personas de espíritu poético, existe en los ojos verdes del animal una cierta belleza cautivante. 

En realidad, los ojos de la jararaca no presentan ninguna particularidad, excepto la contractibilidad de las pupilas. Como en los ojos del gato, el iris de los ojos de la jararaca es apenas una rayita negra a la luz del sol; a medida que la luz disminuye, las pupilas se le dilatan. 


Debido a que tiene la mandíbula desencajada y a la elasticidad de su cuerpo, puede engullir animales pequeños enteros. 
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen blog, se nota el empeño y el trabajo que pones en cada entrada, éxitos. A favoritos ;)
4sp3r

jose trepat dijo...

Gracias por el comentario. El empeño y el trabajo es el resultado del apoyo de tantos visitantes y seguidores. Un saludo