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2 de marzo de 2011

Aves - Aguila real (Aquila chrysaetos)




CLASE: Aves -- ORDEN: Falconiformes -- FAMILIA: Accipitridae --GENERO Y ESPECIE: Aquila crysaetos.



Es una de las aves de presa más conocidas y ampliamente distribuídas de la Tierra. Su área de distribución abarca gran parte de América del Norte, Eurasia y el norte de África. Mantiene poblaciones sedentarias incluso en varias islas como Gran Bretaña, las del Mediterráneo, Japón y Vancouver.


Sin embargo, su población en Europa central se ha visto muy reducida en los últimos años por culpa de la actividad humana y se ha extinguido en muchos lugares donde antes era abundante. En la actualidad, Europa Occidental sólo alberga poblaciones estables en Escocia, Noruega, los Alpes, Italia y la Península Ibérica.



En Norteamérica se observa también un declive de la especie, aunque mucho menos acusado que en Europa, y en el resto de su distribución permanece estable. El águila real es una de las aves más usadas en cetrería, especialmente en Asia Central, donde se la emplea incluso para cazar lobos y antílopes.

Debido a su gran capacidad de adaptación al medio, alimentándose de carroña en caso necesario (no es difícil observarla en vertederos en inviernos duros), el águila real ha conseguido mantener una población saludable, lo que su "prima", la imperial, muy dependiente del conejo, no ha conseguido en España. En España es un ave no amenazada, con una población estimada en más de 1.500 parejas.




Descripción.. Al igual que en la mayoría de las aves de presa, las hembras son mayores que los machos, pudiendo llegar al metro de longitud desde el pico a la cola y los 2,3 metros de envergadura alar, y un peso de entre 4 y 6,5 Kg., mientras que el macho, de un tamaño menor, alcanza entre 1,8 y 2 metros de envergadura alar y un peso de entre 2,9 y 4,5 Kg.


El plumaje es castaño oscuro, tornándose dorado en cabeza y cuello y blanco en los hombros y el extremo de la cola. En los individuos jóvenes, el blanco abunda más en la cola que el pardo, relación que se invierte con la edad. Esta especie se incluye dentro de las llamadas águilas calzadas, ya que las patas están cubiertas de plumaje en lugar de tener una cubierta escamosa como en el resto.



Alimentación. El águila real puede en picada volar a una velocidad de hasta 240 km/h, siendo superada por muy pocas aves, entre ellas el halcón peregrino (Falco peregrinus), que puede llegar a 300 km/h. El águila real caza desde el aire, y para conseguirlo está equipada con las armas típicas de su familia: fuertes patas terminadas en garras bien desarrolladas, pico ganchudo, gran fuerza y velocidad y una potente vista capaz de localizar la presa a cientos de metros de distancia.


Las presas a las que puede dar muerte son de todos los tamaños y formas: ratones, conejos, liebres, marmotas, zorros, gatos monteses, serpientes, e incluso crías e individuos viejos o enfermos de cabras salvajes, ciervos, jabalíes y rebecos y aves voladoras y terrestres. También se les ha visto atacar a lobos. En los Alpes incluso circulan historias sobre antiguos ataques de águilas excepcionalmente grandes contra niños.



Reproducción. Las águilas reales son monógamas (se suelen emparejar de por vida). Construyen varios nidos en su territorio, que alternan cada año, de estructura muy sencilla. La base de los nidos se construye con tres gruesas ramas sobre las que se acondiciona el nido, propiamente dicho, de palos y ramas menos gruesas. Según las zonas, anidan en árboles altos o bien en rocas escarpadas y acantilados.



Cada nueva temporada de cría se le añaden nuevos pisos de ramas al nido, por lo que no es raro que alcance el metro y medio de altura y dos de diámetro tras varios años de uso. La época de reproducción varía de una zona a otra entre enero y marzo, y puede desarrollarse en la misma zona donde habitan las águilas durante el resto del año o en otra a la que la pareja emigra expresamente para reproducirse.


Tras el apareamiento la hembra pone uno o dos huevos que incuba durante 45 días hasta que salen los polluelos recubiertos por completo de plumón blanco. En los casos en que hay dos pollos en el nido, sólo uno, el que rompe el huevo primero, llega a realizar su primer vuelo hacia los 50 días de vida. El hermano más joven y débil muere antes, desatendido por sus padres o directamente expulsado por el más fuerte.



Los jóvenes son alimentados por sus padres en el nido hasta que se independizan. Pueden recibir el mismo alimento que ingieren los adultos, aunque con frecuencia los padres cazan más aves para sus hijos que mamíferos. Esto se debe probablemente a que los pájaros son digeridos mejor por los pequeños.


Majestuosa en vuelo, realiza larguísimos volteos y planeos, frecuentemente utilizando las corrientes ascendentes para llegar a grandes alturas. Localizada la presa, ejecuta ágiles maniobras rasantes por declives, rocas y morrenas.




Simbología. En la antigüedad, el águila real era el símbolo del valor y el poder debido a su fuerza, tamaño e inaccesibilidad de sus nidos. En la mitología griega y romana se convirtió pronto en uno de los símbolos de Zeus/Júpiter, el rey de los dioses, y sustituyó rápidamente al quebrantahuesos como cabeza y garras del temible grifo.



En la Antigua Roma pasó de ser un símbolo religioso a uno militar y político, como emblema del Imperio. Cada vez que una legión romana se ponía en marcha, un soldado en concreto, el aquilifero, marchaba al frente portando el estandarte coronado con las siglas SPQR y el águila real.

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LEEMOS SOBRE EL AGUILA REAL


Solitario, un macho vuela cortando el aire helado de los enormes espacios, que envuelven la montaña de los Alpes. Es un planeo silencioso y lento, en busca de alturas menores, rumbo a los valles verdes, donde viven sus presas.


Para él la necesidad de comida es urgente. Allá en lo alto, su compañera y los polluelos esperan. El nido que los abriga es espacioso y sólido. Resistió ya muchas nevadas, en sucesivos inviernos. Pero el hambre penetra en cualquier abrigo. Sin conciencia de eso, pero guiado por un impulso heredado, el aguila real continúa descendiendo hasta los valles, trayendo la muerte, pero solo para llevar vida a los suyos.


Tribus nómadas de Mongolia entrenan al águila real para la caza, dada su eficiente técnica. Ni el lobo escapa a un enemigo tan poderoso, con dos metros de envergadura y capaz de volar a 200 km. por hora.

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2 comentarios:

Javier dijo...

Esta primavera hará cinco años de la última vez que vi águilas reales, concretamente en la riojana Sierra de Valverde. No me lo podía creer, al principio pensé que era un buitre, pero ese plumaje castaño con los bordes de las alas negros y esa mancha blanca entre la espalda y la cola no dejaban lugar a dudas.
Antes también las había visto en el Pirineo navarro y oscense, y en el sur de Burgos, pero quizás la vez más impresionante fue en el Cañón del Río Lobos, donde pasó a pocos metros de donde estaba sentado; verla volar entre el gris de los roquedos y el verde del sabinar fue fascinante.
Cierto que el águila real tiene varios vecinos que discuten su soberanía: el buitre leonado, el quebrantahuesos, el halcón peregrino, el cuervo y, por la noche, el búho real, pero en cualquier caso, ahí está.

jose trepat dijo...

Muchas gracias Javier por tu interesante comentario.