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28 de abril de 2011

Felinos - Gato doméstico (Felis silvestris catus)

CLASE: Mamífero
ORDEN: Carnívoro
FAMILIA: Felidae
GENERO Y ESPECIE: Felis silvestris

Vamos a presenar al gato globalmente hablando, y dentro de las especies, al Felis silvestris catus, o sea, gato doméstico, un mamífero pequeño que convive con el hombre desde 9.500 años.

Los nombres actuales más generalizados derivan del latín vulgar catus, palabra que aludía especialmente a los gatos salvajes en contraposición a los gatos domésticos que, en latín, eran llamados felis.



Hay docenas de razas, algunas sin pelo o incluso sin cola, como resultado de mutaciones genéticas, y existen en una amplia variedad de colores. Son depredadores por naturaleza, siendo sus posibles presas más de cien especies diferentes de animales para alimentarse. También son animales que pueden asimilar algunos conceptos, y ciertos ejemplares pueden ser entrenados para manipular mecanismos simples.


Se comunican con gemidos, gruñidos y alrededor de un centenar de diferentes vocalizaciones,además del lenguaje corporal.



Animal de compañía
Como animal de compañía, es una de las mascotas más populares en todo el mundo. Debido a que su domesticación es relativamente reciente, pueden vivir en ambientes silvestres formando pequeñas colonias. La asociación del gato con los humanos lo condujo a figurar prominentemente en la mitología y en leyendas de diferentes culturas, incluyendo a las civilizaciones egipcia, japonesa, china y escandinava.


Son preferidos por sus hábitos de limpieza, por su bajo nivel de atención y cuidados requeridos para su manutención.


Instinto cazador


Es un animal instintivamente cazador. Los gatos en libertad viven de forma semisalvaje y cazan ratones y ratas, entre otras especies, que de otra forma comerían importantes cantidades de grano. Los domésticos capturan insectos, ratones y pequeños pájaros instintivamente, aunque generalmente no los consumen.



Según un estudio publicado en la edición de la revista Nature correspondiente a la cuarta semana del mes de junio de 2007, los ancestros de los actuales gatos domésticos comenzaron a separarse de las líneas salvajes hace entre 130.000 a 100.000años; otro publicado en la revista Science confirmaba este dato, indicando que los gatos domésticos actuales descienden de un grupo de cinco gatos salvajes africanos que se asociaron al hombre en Oriente Medio hace 131.000 años.


Rastreos genéticos señalan una procedencia directa de los gatos domésticos actuales con los gatos salvajes del Medio Oriente, no encontrándose la misma proximidad ni con los gatos salvajes africanos (Felis silvestris lybica), ni con los gatos salvajes europeos (Felis silvestris silvestris).


Las evidencias arqueológicas indicarían que uno de los primeros lugares de domesticación de los gatos fue la isla de Chipre hace unos 9.500 años y que poco tiempo después estos felinos eran comunes entre las culturas de la Creciente Fértil. Luego, hace quizás unos 3.500 años, y probablemente a través de comerciantes fenicios, el gato fue introducido en Europa continental desde el Antiguo Egipto.



El gato no tiene sustantivo colectivo


Existen varias formas para denominar a un grupo de animales. Son comunes los sustantivos colectivos: jauría (perros), piara (cerdos) o cardumen (peces). Sin embargo, no existe una forma específica para denominar a un grupo de gatos en la nomenclatura zoológica del idioma castellano. Por defecto, se utiliza la palabra colonia de gatos. Un fenómeno similar se presenta con la denominación de su cría, específicamente en el período de inmadurez.


En general, a la cría se la denomina cachorro de gato. En el argot de las exposiciones felinas, suele denominarse Pet a los cachorros más jóvenes que aún no han alcanzado la edad de por lo menos 6 meses para entrar a competir. En estos eventos también se habla de gatos Neutros y gatos Enteros, refiriéndose específicamente a su condición reproductiva, en donde a los primeros se les ha retirado el aparato reproductivo y no podrán engendrar crías, mientras que los gatos enteros si podrán reproducirse.

Aquel cuyos ancestros se encuentran registrados formalmente es calificado como pedigrí. En términos estrictos, un purasangre es aquel que posee ancestros de la misma raza, mientras que en el caso de un pedigrí es esencial la existencia de un registro genealógico de sus ancestros, que pueden ser de distintas razas.


A grandes rasgos, existen dos tipos de gatos domésticos: los de pelo largo y los de pelo corto, ambos comúnmente denominados mestizos. De todas maneras, los purasangre componen menos del 10% de la población de gatos domésticos en el mundo.

Historia y también un poco de mitología


No se sabe exactamente cuál fue la primera cultura en domesticarlos, aunque siempre se ha asociado su domesticación a los egipcios, los asirios o alguna cultura predecesora a partir del gato salvaje africano.[3] Se han descubierto restos de domesticación de F. silvestris en Chipre que datan de hace 9.500 años.


Se cree que los egipcios empezaron a domesticarlos en torno al año 4000 a. de C. para mantener a las ratas y ratones fuera de sus graneros. Para los egipcios eran animales sagrados y, como tales, el castigo por matar a uno de estos era la muerte. La diosa Bastet era representada con cabeza de gato. Cuando uno moría, a veces se le momificaba.


Sin embargo, durante la Edad Media, se pensaba que eran familiares de las brujas. A veces se los quemaba vivos o se los tiraba desde la cumbre de edificios altos durante las festividades. En el mundo occidental es común la creencia de asociar al gato negro con la mala suerte (aunque hay excepciones, por ejemplo, en el Reino Unido).


Para las personas supersticiosas, que se cruce un gato negro de forma súbita, es augurio de infortunios. De hecho, se dio el caso de culpar a los gatos de transmitir la peste bubónica, con lo que fueron exterminados en masa en pueblos y ciudades (contribuyendo a que se multiplicara la población de ratas, auténticos propagadores de la plaga).

En el Tíbet se los considera desde tiempos inmemoriales guardianes de reliquias y templos posiblemente por la robustez ostensible e inteligencia atribuidas a la variante siamesa que allí en la cima del mundo, se desarrolla. Animal sagrado, venerado y a veces mimado excesivamente, en el seno del budismo tibetano se le considera acompañante en el tránsito obituario, y, en los sueños lúcidos, el subconsciente del que sueña (o viaja) es representado por un gato gigante, obeso, mudo y bonachón.


Al contrario de lo que se suele suponer, en estado salvaje el gato es un animal muy social, que llega a establecer colonias más o menos jerarquizadas. Es un animal cazador y los machos marcan el territorio orinando.


Pueden sufrir enfermedades psicológicas tales como el estrés. Al igual que un humano estresado, tenderá a desarrollar un comportamiento neurótico.


Su vejez no es gradual, como la humana, sino abrupta. Dura aproximadamente un año y desemboca en la muerte. Un ejemplar viejo desarrolla cataratas y se vuelve más lento. También pierde el olfato. Generalmente duerme todo el día, sin desarrollar ninguna otra actividad, muestra de su extremo cansancio.


Un comportamiento singular que presenta el gato domesticado es la forma en cruzar avenidas o calles. Muchos gatos no miden el peligro al cruzar una calle y se lanzan a la carrera sin mirar hacia los lados, esperando que nada suceda; no siempre es así y hay una gran cantidad de atropellos por este motivo, donde quedan lisiados o mueren en su gran mayoría.



Reproducción

La gata presenta varios estros a lo largo del año, que suelen durar de 4 a 7 días. En el estro, las gatas maúllan más frecuentemente y varios gatos pueden luchar por una hembra en celo, el que venza, se gana el derecho a copular. Aunque la hembra al principio es reacia a la cópula, acaba aceptando al macho, que se acerca a la hembra, la que intentará resistirse por todos los medios a la cópula.


Si el macho es hábil, conseguirá morderla por la parte posterior del cuello, inmovilizándola. La penetración es algo dolorosa, ya que el pene del gato al igual que el del león, presenta unas puntas que frotan la vagina, desencadenando una reacción natural que ocasiona la ovulación; debido a que esto no ocurre siempre, es raro que se consiga la fecundación en la primera cópula.


Las gatas, además, copulan con varios machos por lo que una camada puede tener diferentes padres. Después de la cópula, la hembra se asea y puede ponerse muy violenta hasta que termine el acicalamiento, momento en que el ciclo se repite.


Las hembras alcanzan la madurez sexual en un tiempo de entre 4-5 meses, los machos a los 6-7 meses; la gestación dura 65-67 días y en la camada pueden aparecer de 1 a 10 crías, que según la Fédération Internationale Féline, deben mantenerse con la madre al menos 30 días. Lo más recomendado es separar al gatito de su madre a los 42 días, ya que hasta entonces no habrían adquirido algunos nutrientes necesarios. Que se les separe antes sería un error, debido a que cabe la posibilidad de que mueran o sean más débiles.


Generalmente pesan entre 2,5 y 7 kg; sin embargo, algunas razas como el Ragdoll y el Maine Coon pueden exceder los 11,3 kilogramos. Han existido casos que superaron los 23 kg de peso debido a la sobrealimentación. El sobrepeso es perjudicial para el animal y debe ser evitado a través de una dieta equilibrada y ejercicio físico, especialmente en aquellos ejemplares exclusivamente hogareños.

Los gatos domésticos generalmente viven entre 14 y 20 años.

Los gatos, como la mayoría de los felinos, poseen una extraordinaria agilidad para su relación tamaño/peso corporal. Se han observado gatos dar saltos de más de 3,5 m de altura y brincar desde una pared a un techo de más o menos la misma longitud sin más esfuerzo que contraer sus patas traseras para con un efecto de resorte desplegar la energía necesaria para realizar estas proezas físicas.[cita requerida] Además, un gato puede pasar por rendijas muy estrechas bastándole que le quepa la cabeza, ya que sus clavículas disponen de un pequeño cartílago que le otorga una enorme elasticidad.


Los gatos se valen de sus uñas para escalar y siempre las afilan en superficies blandas y accesibles, como pueden ser árboles, muebles, alfombras rústicas.




Una creencia popular sostiene que siempre aterrizan sobre sus patas -lo cual hacen generalmente-; durante una caída, un gato puede girar y enderezar por reflejo su cuerpo utilizando su sentido del equilibrio y su gran flexibilidad.[25] Se denomina reflejo de enderezamiento a esta capacidad en común de los gatos, con la notable excepción de algunas razas que carecen de cola, ya que la utilizan para conservar el momento angular y preparar su caída.

Al igual que los perros, son digitígrados: caminan directamente sobre los dedos de sus patas. Son capaces de caminar minuciosamente, ya que todos los felinos colocan su pata trasera casi directamente sobre la huella de su pata delantera correspondiente, minimizando el ruido y el rastro visible. Esto también proporciona la sensación de terreno firme para sus patas traseras mientras caminan a través del terreno. Mientras que las patas delanteras tienen cinco dedos, las traseras sólo poseen cuatro.



Como muchos depredadores, tienen garras retráctiles. Este término es erróneo debido a que, en una posición relajada, las garras están cubiertas por la piel que rodea las almohadillas de los dedos. Esto es para conservar afiladas las garras, previniendo el desgaste por contacto con el terreno. Sólo estirando o golpeando a la presa con las patas logran tensar los tendones que las operan, forzando así la extensión de las garras.


SentidosSus sentidos del olfato y oído son superiores en muchos aspectos a los del ser humano. Estos, junto con avanzados receptores de la visión, gusto y tacto, lo hacen uno de los mamíferos con un sistema sensorial más sofisticado.


Diferentes análisis indican que su visión es superior durante la noche a la de los humanos, e inferior a la de estos durante el día.


El sentido del olfato en el gato doméstico es catorce veces más fino que el del humano, además de poseer el doble de células olfativas en sus narices que una persona promedio.



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Fuente: Wikipedia

1 comentario:

Beatriz Bátiz dijo...

Mi nombre es Beatriz Bátiz Pomar, soy editora en la Ciudad de México.
Los felicito por el blog.
No es necesario que se publique este comentario, quisiera saber si es posible que utilice la imagen de los gatos y patos para ilustrar un libro de texto gratuito para estudiantes de secundarias públicas.
O bien agradeceré me refieran a la fuente original.
Agradezco su atención y estoy a sus órdenes en bbatizp@gmail.com
Saludos cordiales